Barcelona
DPA

Con el Barcelona proclamado ya campeón de Liga y el Real Madrid en una nueva final de la Champions, los dos grandes equipos españoles protagonizaron ayer en el Camp Nou un intensísimo y espectacular clásico que tuvo todos los condimentos, grandes goles y polémicas arbitrales incluidas, y que acabó reflejando su igualdad con un empate 2-2.

Los azulgrana se crecieron ante la adversidad y, pese a jugar con diez hombres toda la segunda parte, lograron revertir la dinámica de un duelo que los blancos dominaron claramente en la primera parte, después del gol inicial del uruguayo Luis Suárez.

El todopoderoso Real Madrid de la Champions igualó el marcador en dos ocasiones, pero tampoco esta vez pudo tumbar a los dirigidos por Ernesto Valverde que, con tres partidos para cerrar definitivamente la Liga, cumplieron con el objetivo de mantener su invicto.

Y es que, por más que el campeonato ya estuviera decidido, el segundo clásico de la temporada estuvo lejos de ser «descafeinado». Prueba de ello fue que el Camp Nou se llenó (más de 97 mil espectadores) y que, entre quienes no quisieron perdérselo, estuvieron personalidades como el baloncestista Marc Gasol, el exfutbolista Rivaldo y el extécnico azulgrana Louis van Gaal.

«No ha sido un partido nada descafeinado. Ha tenido mucha cafeína. Ha sido muy intenso y al final todos queremos ganar», resumió Valverde tras el disputadísimo clásico y el pequeño festejó que le siguió.

«Cuando tenemos un partido, queremos ganar. Hicimos una muy buena primera parte y en la segunda igual estuvimos un poco precipitados. Jugando diez contra once habría que haber tenido algo más de paciencia», añadió el preparador del Real Madrid, Zidine Zidane.

Los dos entrenadores contribuyeron al espectáculo con su mejor equipo. Zidane cumplió con su palabra y sin escuchar a quienes le sugerían reservar titulares pensando en la final de la Champions salió con su once de gala, Varane y la BBC incluidos.

En el último clásico de Andrés Iniesta con la camiseta del Barcelona, el número 38, Valverde hizo lo propio y, pese a sus recientes molestias musculares, alineó de salida al «mago» español.

Con toda la carne en el asador y animados por el mosaico y los gritos de «¡campeones, campeones!» con los que la hinchada «culé» recibió a los suyos, los azulgrana apenas demoraron diez minutos en adelantarse con un gran gol de Luis Suárez.

La alegría y la momentánea superioridad le duró al Barcelona. Con poca pelota pero sensible peligro al contrataque, el Real Madrid neutralizó en el 14′ la ventaja del Barcelona con un tanto de Cristiano Ronaldo, que remató sobre la línea de gol un cabezazo de Karim Benzema en el segundo palo tras un buen centro de Toni Kroos.

El tanto blanco descentró a los de Valverde, que pasaron a ser dominados por el Real Madrid. Cristiano Ronaldo avisó con dos acciones envenenadas. En la primera, Ter Stegen, mano a mano con el portugués, evitó el segundo tanto. En la siguiente, el disparo del astro salió lamiendo el palo.

Los de Valverde perdieron el rumbo y empequeñecieron de tal manera que el choque se convirtió en un continuo de faltas. La temperatura y los encontronazos entre los jugadores aumentaron hasta el punto de que, al borde de la pausa, Sergio Roberto cayó en la trampa de Marcelo, respondió con un manotazo a la provocación del brasileño y la acción le supuso una roja directa que encendió al Camp Nou.

Minutos antes, el galés Gareth Bale había protagonizado un par de duras acciones sobre Iniesta y Umtiti que el árbitro no castigó.

La pitada contra el colegiado cuando encaró el túnel de vestuarios fue monumental. «¡Fuera, fuera!», atronó la hinchada culé tan fuerte como cuando reclamó «libertad» para los políticos catalanes presos o cuando saludó a los campeones de Liga y Copa del Rey.

Obligado por la expulsión, Valverde dio entrada a Semedo en el lugar de Philippe Coutinho para reforzar defensivamente al campeón de Liga.Zidane tampoco quiso arriesgar con Cristiano Ronaldo, que había recibido un golpe en el tobillo cuando marcó su gol, y el portugués fue sustituido por Marco Asensio.

«Él cree que es poca cosa. Tenía el tobillo un poco hinchado y habrá que esperar a las pruebas de mañana para saber exactamente», señaló Zidane sobre las molestias de Cristiano Ronaldo.

En inferioridad numérica, el Barcelona jugó mejor y logró adelantarse con un gol de Messi (52′), lanzado en su carrera hacia la Bota de Oro. Aprovechando un pase de Suárez, que se zafó de Varane aparentemente con una falta, el astro argentino recortó a Casemiro, buscó el espacio para disparar y con el interior ejecutó una rosca perfecta, inalcanzable para Keylor Navas.

El Barcelona rozó el tercer gol en varias acciones del cinco veces Balón de Oro, pero el que marcó fue Gareth Bale, en el 72′, con un tremendo disparo desde el borde del área que supuso el empate final.

Concluido el picante duelo en el que el Real Madrid reclamó también un supuesto penal a Marcelo, los futbolistas se saludaron cordialmente y los azulgrana iniciaron un caótico e improvisado festejo con la hinchada «culé» que aún no había abandonado el Camp Nou.

«Como hoy nadie nos ha hecho el pasillo, pido al «staff» que nos lo haga el pasillo», pidió Gerad Piqué, micrófono en mano, después de que el equipo diera la vuelta al estadio y todos homenajearan una vez más a Iniesta, cambiado en el 60′ entre una atronadora ovación.

El controvertido central reprochó así al Real Madrid su negativa a recibir a los campeones de Liga y Copa con el tradicional pasillo.

En otro de los duelos del día, el Atlético de Madrid sufrió su primera derrota en Liga en el Wanda Metropolitano al caer por 2-0 ante un buen Espanyol y dejó su segundo puesto (suma 75 puntos frente a los 72 del Real Madrid) a expensas de lo que suceda en lo que resta de Liga.

El Alavés se impuso por 3-0 al Málaga y Las Palmas cayó por 1-0 ante el Getafe, que desplazó así provisionalmente al Sevilla de la última posición que da acceso a la Liga Europa.

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