Por BRIAN DULIK
BEREA, Ohio, EE. UU.
Agencia (AP)

Joe Thomas bromeó sobre sus exentrenadores, agradeció a muchos de sus excompañeros y se refirió a sí mismo como un hongo.

El 10 veces seleccionado al Pro Bowl fue dueño del lugar y controló sus emociones hasta los últimos momentos de la conferencia de prensa en la que anunció su retiro formal de la NFL ayer
.
“Con todo esto, es momento de decir adiós”, dijo entre lágrimas. “Adiós, no porque yo me despida, sino porque cambio de trabajo y pasaré de ser su tacle izquierdo a ser el aficionado Número uno de los Browns de Cleveland.

“Jugar frente a los mejores aficionados de la NFL fue, sin duda, el mayor honor en mis 11 años de carrera”.

Thomas, tercera selección global en el draft de 2007, se despidió en una tarde de festejos en las instalaciones de práctica de los Browns. Estuvo acompañado por su esposa Annie, sus tres hijos, su agente Peter Schaffer y varios cientos de invitados.

El jugador de 1,98 metros de estatura y 140 kilogramos anunció el fin de su brillante carrera cinco días antes, señalando el desgaste físico de iniciar 167 partidos consecutivos e imponer una marca al participar en 10,363 jugadas en fila para iniciar su trayectoria.

La racha de durabilidad de Thomas llegó a su fin al desgarrarse el tríceps izquierdo en un duelo en casa ante Tennessee el 22 de octubre, pero admitió que la idea del retiro pasó por su mente incluso antes de someterse a una operación que concluyó prematuramente con su temporada.

“No estaba en buena forma y me preocupaba que fuera a acabar la temporada”, dijo Thomas, tres veces nominado al Premio Walter Payton como el Hombre del Año.

“También me preocupaba que mi rendimiento cayera significativamente por lo que tenía que hacer para que mi rodilla estuviera lista los domingos. Quería que la gente recordara el jugador que fui en el campo”.

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