Buenos Aires/Melbourne
DPA
El inicio de la temporada de tenis, que pintaba ser espectacular con los esperados regresos de Andy Murray, Novak Djokovic, Stanislas Wawrinka, Kei Nishikori y Milos Raonic, se oscureció de pronto por las lesiones que siguen persiguiendo a varias de las principales figuras del circuito.
Con la baja confirmada hoy de Murray, sumada a la del miércoles de Nishikori, ya son dos los ausentes ilustres que tendrá el Abierto de Australia, que comenzará el 15 de enero. Y a ellos se les podrían sumar Nadal y Djokovic, que cancelaron los torneos de preparación por sus molestias y recién la próxima semana, después de probar en exhibiciones, confirmaran su presencia en el primer Grand Slam del año.
«Lamentablemente, este año no jugaré en Melbourne, ya que aún no estoy listo para competir», afirmó Murray para explicar su ausencia, antes de volar de regreso a Reino Unido, donde evaluará la posibilidad de operarse, después de reconocer que el tratamiento conservador que hizo para recuperarse de sus dolores en la cadera derecha no tuvo los resultados esperados.
«Hice todo lo que me pidieron pensando en la rehabilitación y trabajé muy duro para intentar volver a competir en una cancha», escribió el ex número uno del mundo en su cuenta de Facebook hace dos días, cuando resolvió ausentarse del torneo de Brisbane.
«Desafortunadamente el tratamiento aún no ha funcionado para llevarme al nivel que me gustaría, así que tengo que volver a evaluar mis opciones», reconoció el doble campeón olímpico.
La baja de Murray llegó horas después de la confirmación de la ausencia de Nishikori, que todavía no se recuperó de la molestia en la muñeca derecha que lo mantuvo fuera del circuito desde agosto. «El Abierto de Australia es mi torneo favorito y duele que vaya a perdérmelo este año», expresó el japonés, que ya cayó al puesto 22 del ranking por su lesión.
«Mi rehabilitación viene bien pero todavía no estoy 100 por ciento para jugar a cinco sets», argumentó el ex número cuatro del escalafón.
Pero allí no queda la cuestión. Al británico y al japonés se les podrían sumar Nadal y Djokovic, que están luchando contrarreloj para intentar disputar el primer Grand Slam del año y, que de mínima, lo jugarán sin mayor rodaje.
El número uno del mundo se bajó la semana pasada de Brisbane por sus molestias de rodilla. «Mi intención era jugar, pero todavía no estoy listo después de la larga temporada del año pasado y el comienzo tardío de mi preparación», indicó Nadal en su cuenta de Twitter.
Campeón de 16 Grand Slam, el español sufrió problemas en la rodilla derecha en el último tramo de la temporada 2017. Jugó 18 torneos en todo el año, de los que ganó seis, y llegó a la gira asiática en octubre con molestias en una articulación que le dio muchos problemas en el pasado.
Tras perder la final de Shanghai con una cinta para sujetar el tendón rotuliano, renunció a Basilea, se retiró en los cuartos de final de París y se bajó también del Masters de Londres tras su primer partido.
Recientemente anunció también su baja de una exhibición en Abu Dabi, lo que disparó las alarmas sobre el estado de su rodilla. Su prueba para definir si se presenta en el Merlbourne Park será el 10 de enero, cuando dispute el «Tie Break Tens», un torneo de exhibición que enfrenta a ocho tenistas y donde los partidos se disputarán exclusivamente con «tie-breaks» a 10 puntos, sin juegos ni sets.
El panorama es similar para Djokovic, que no juega desde los cuartos de final de Wimbledon en julio por una lesión en el codo y que renunció a disputar la exhibición de Abu Dabi y el torneo de Brisbane por no estar del todo recuperado.
Antes del Abierto de Australia, el ex número uno del mundo jugará el «Tie Break Tens» junto a Nadal y luego disputará el «Kooyong Classic», otro evento de exhibición, antes de confirmar su presencia en Melbourne.
Con este panorama, el primer Grand Slam del año parece más la continuidad de la larguísima temporada anterior que el inicio de una nueva.