Berlín
Agencia (dpa)
La alemana Angelique Kerber, ex número uno del mundo, anunció hoy la ruptura con Torben Beltz, el entrenador con el que pasó casi toda su carrera, y confirmó que la próxima temporada la comenzará bajo el mando de Wim Fissette, en busca de recuperar terreno en el ranking mundial de tenis.
Después de un año 2017 para el olvido, en el que pasó de ser la mejor jugadora del mundo al puesto 21 del escalafón, Kerber resolvió cambiar su equipo de trabajo.
«Es muy muy duro, pero estoy a punto de comenzar un nuevo capítulo en mi carrera, con un nuevo entrenador», escribió Kerber en su cuenta de Twitter.
«Gracias Torben Beltz por todo lo que has hecho por mí. Compartimos los mejores recuerdos de mi carrera hasta ahora y no sólo has sido entrenador, sino también un verdadero amigo y eso no cambiará», añadió la ganadora de dos títulos de Grand Slam, que comenzó a trabajar con Beltz en 2003, cuando empezó a jugar de forma profesional.
Después de algunas pausas, la sociedad Kerber-Beltz encontró su mejor momento en 2016, cuando la tenista de 29 años levantó los títulos de Australia y del Abierto de Estados Unidos, además de lograr la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Tras esa temporada gloriosa en la que arribó por primera vez a lo más alto del ranking mundial, Kerber no pudo sostener el nivel en 2017, año en el que no ganó ningún título y ganó sólo 28 de los 51 partidos que disputó.
Para cambiar esa pendiente, la campeona de diez títulos de la WTA eligió como nuevo entrenador al belga Fissette, que a los 37 años acredita experiencia en el circuito con jugadoras como la belga Kim Clijsters, la rumana Simona Halep y la bielorrusa Victoria Azarenka. Su última pupila fue la británica Johanna Konta, que se metió en el top ten bajo su conducción.
«La próxima temporada llegará pronto y estoy muy emocionada de comenzar a trabajar con Wim Fissette como mi nuevo entrenador. Es una nueva oportunidad y tengo curiosidad por saber qué podemos lograr juntos», publicó Kerber.