Por Derek Wilson
Berlín,
Agencia dpa

Suiza y Croacia sellaron ayer sus respectivas clasificaciones al Mundial de Fútbol que Rusia organizará el próximo año al gestionar con éxito los resultados que habían logrado en los partidos de ida de la repesca.

Un empate sin goles les permitió a los helvéticos superar a Irlanda del Norte, después de vencer 1-0 en la ida, mientras que Croacia no pasó ningún apuro en su visita a Grecia al igualar también 0-0 tras el 4-1 del primer duelo.

Suiza, que dominó la mayor parte del partido ante un rival sin ideas, llega así a su undécimo Mundial, el cuarto consecutivo.

«Honestamente, al final a nadie la importaba cómo jugábamos en este partido contra Irlanda del Norte», dijo el volante suizo Granit Xhaxa a la televisión de su país.

«Tenemos la clasificación al Mundial, eso es lo que importa. Estoy feliz de que lo logramos», añadió.

Los norirlandeses se vieron poco capaces de igualar la serie, que los suizos ganaban tras imponerse en Belfast con un polémico penal.

«Al final quedamos eliminados por una mala decisión en el partido de ida», consideró Michael O’Neill, técnico de Irlanda del Norte, en declaraciones al canal Sky Sports.

«Los jugadores están desolados, pero no podría estar más orgulloso de ellos y del esfuerzo que hicieron», añadió el estratega.

Irlanda del Norte tendrá así que seguir esperando para jugar un Mundial, algo que no logra desde su participación en México 1986, hace más de 30 años.

Los locales dominaron nada más al empezar el encuentro en el estadio St Jakob Park, bajo una lluvia torrencial.

Haris Seferovic tuvo dos opciones de cabeza mientras que el arquero visitante, Michael McGovern, debió emplearse para salvar un remate posterior de Steven Zuber.

Irlanda del Norte apenas pasó la mitad del campo en el primer tiempo y el guion no cambió tras el descanso, cuando Ricardo Rodríguez, que anotó el penal en la ida, remató apenas desviado de larga distancia.

A los 55′, sin embargo, Jamie Ward mandó un centro preciso que Conor Washington cabeceó afuera, cuando el arquero suizo Yann Sommer ya estaba vencido.

Los suizos recibían así un campanazo de alerta: la ventaja, al fin y al cabo, era apenas de un gol.

Pero la visita solo incrementó su presión sobre el área rival cuando faltaban 15 minutos, con los ingresos de Jordan Jones y de Josh Magennis.

Y si bien los suizos eran más peligrosos, Irlanda del Norte tuvo la opción más clara de marcar e igualar la serie con un cabezazo de Jonny Evans, que fue despejado en la línea por la zaga local.

Grecia, en tanto, debía firmar algo parecido a una hazaña para remontar como local la desventaja de tres goles. La poca asistencia de público, sin embargo, dejaba en claro que sus aficionados no lo veían muy posible.

Aunque el equipo de Michael Skibbe tuvo la pelota, Croacia cerró filas en su defensa y en ningún momento arriesgó la clasificación.

Solo Sokratis Papastathopoulos, con un remate desviado desde el borde del área, se aproximó al arco de los balcánicos, que pudieron abrir el marcador cuando el volante Ivan Perisic estrelló un balón en el palo en el primer tiempo.

En el segundo, Panagiotis Tachtsidis registró una de las pocas llegadas del local cuando mandó una volea a las manos del arquero Danijel Subasic.

«Rusia, ¡aquí vamos!», escribió en Twitter el equipo croata junto a una foto de la celebración de la plantilla.

Grecia, en tanto, tendrá que ver el Mundial desde casa tras dos clasificación consecutivas, en 2010 y en 2014.

La repesca europea dirimirá sus últimos dos cupos cuando Italia enfrente mañana a Suecia con la obligación de levantar un 1-0 adverso, mientras que Irlanda y Dinamarca definen el martes en Dublín el otro billete tras empatar sin goles en la ida.

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