NUEVA YORK
AP

Sin amilanarse tras una debacle en Cleveland, los Yanquis de Nueva York siguen con vida en los playoffs y también le dieron respiro a su asediado manager.

Un descomunal jonrón de Greg Bird, la suerte de contar un gigante en los jardines como Aaron Judge para robarle un cuadrangular a Francisco Lindor y una magistral apertura de Masahiro Tanaka llevaron el domingo a Nueva York a una victoria por 1-0 que impidió a los Indios consumar una barrida en la serie divisional de la Liga Americana.

En unos playoffs marcados por atroces actuaciones de los pitchers abridores, algo gratificante se produjo en una noche calurosa de otoño en el Bronx: un verdadero duelo monticular. Los protagonistas fueron el japonés Tanaka y el venezolano Carlos Carrasco.

“Tal vez la victoria más grande que he conseguido desde que estoy aquí”, dijo Tanaka, fichado antes de la temporada de 2014 por los Yanquis con contrato de 155 millones de dólares por siete años, más un desembolso de 20 millones a su club en Japón. “Yo vine para lanzar esta clase de juegos y ayudar a que el gane esta clase de juegos”.

De rendimiento irregular durante la campaña, Tanaka maniató a Cleveland con su variado repertorio de rectas cortadas, sliders, splitters y sinkers. El derecho cubrió siete innings, lanzando pelota de tres hits, con siete ponches.

Y sobrevivió a un susto en el sexto, cuando el puertorriqueño Lindor fue a batear con un corredor en circulación y pegó una línea hacia al jardín derecho. Judge, el gigante de 2,04 metros (6 pies y 7 pulgadas), apeló a toda su estatura para engarzar la pelota sobre el muro, incluso junto a un fanático que estiró su guante.

“En un principio no pensaba que se iba”, dijo Lindor. “Pero empezó a tomar vuelo y ahí me puse a pedir que fuera. Bien por Judge, la midió bien. Hizo una gran atrapada”.

Carrasco, por su parte, brilló en sus cinco innings y dos tercios de trabajo en blanco, permitiendo tres hits con tres boletos.

El derecho venezolano dejó las bases llenas en el sexto, pero el relevista zurdo Andrew Miller sofocó la amenaza al retirar a Starlin Castro con un elevado al bosque central.

De vuelta para el séptimo, Miller sirvió una recta de 95 mph que Bird, un toletero zurdo, depositó en el segundo nivel de las tribunas del bosque derecho. Bird fue el primera base que se perdió 2016 por una lesión en el hombro y luego buena parte de 2017 por una dolencia que originalmente se diagnosticó en el tobillo derecho y que al final requirió una operación en el pie. No fue hasta el 26 de agosto que pudo reaparecer.

“Creí en mí mismo”, dijo Bird. “Sabía que iba a volver y ser parte de esto. Somos un gran grupo”.

Jonrones de bateadores zurdos contra Miller es algo que ocurre con poca frecuencia. Solo cuatro lo han hecho desde 2015 y solo uno lo había conseguido en esta campaña. Ese fue Cody Bellinger, el novato de los Dodgers.

“Es algo que yo siempre he dicho sobre Greg Bird: creo que nació para batear en este parque”, dijo el manager de los Yanquis Joe Girardi.

El 1-0 fue el margen suficiente para Nueva York, defendido por su cerrador Aroldis Chapman con un relevo de cinco outs que no estuvo exento de apuros.

Chapman permitió que dos rivales se embasaran, pero retiró al dominicano Carlos Santana mediante un elevado al jardinero central Aaron Hicks, para el out 27.

La serie proseguirá este lunes en el Yankee Stadium. Luis Severino, el as Yanqui que fue apaleado en su salida durante el juego de comodines, lanzará por Nueva York. Cleveland tendrá Trevor Bauer, quien ganó el primer juego y lanzará con sólo tres días de descanso.

La victoria debe aplacar algo el aluvión de críticas sobre el piloto Joe Girardi, muy cuestionado por un par de decisiones que le pasaron factura en el segundo partido. Los Yanquis se dejaron remontar una ventaja 8-3 en ese duelo y acabaron perdieron 9-8 en 13 innings.

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