Asunción
Agencia (dpa)

La derrota por 2-1 frente a Uruguay en las eliminatorias mundialistas dejó un pozo de tristeza y dolor en los hinchas de la selección de fútbol de Paraguay, que tiene pie y medio fuera del Mundial de Rusia 2018.

Algunos aficionados se mostraron resignados ante un resultado que volvió a poner las cosas en su lugar y trajo a la realidad a un equipo que trata de consolidarse, aunque ya no dispone de figuras relevantes, como la generación de José Luis Chilavert, Carlos Gamarra, José Cardozo y otros.

Los futbolistas se retiraron ayer del estadio Defensores del Chaco de Asunción sin atender a la prensa en la zona mixta, aunque el jugador Óscar Romero, del Alavés de España, alcanzó a expresar su dolor al hablar para una radio local.

«La derrota duele mucho, pero ahora hay que hacer bien las cosas y sumar, no hay que rendirse, buscaremos los dos partidos que vienen», sentenció Romero.

La tristeza ha sido el común denominador entre los paraguayos desde que el árbitro brasileño Sandro Ricci dio por terminado el partido.

El diario «ABC», uno de los de mayor circulación en Paraguay, resumió: «Noche maldita en Sajonia» en referencia al barrio donde está enclavado el estadio. Y agrega: «Paraguay fue castigado con un resultado que duele bastante porque los marcadores se acomodaron a favor del cuadro guaraní».

«Se diluye la ilusión. Paraguay cae y se acerca al abismo» escribió el diario «Ultima Hora» y el diario «Hoy» se resigna a que «el Mundial vuelve a sacar varios cuerpos de distancia y ahora parece que ya no hay forma de alcanzarlo».

El técnico, Francisco Arce, se sumó al dolor colectivo de sus compatriotas pero aseguró que está orgulloso de sus futbolistas, a quienes no hay nada que reprocharles.

Arce sabe que el desafío es muy difícil, pero está convencido que sus jugadores son capaces de conseguir una hazaña y superar dificultades.

Sobre el partido contra Uruguay, que los mantiene en la séptima posición y fuera de la zona de clasificación, el entrenador paraguayo manifestó que «es difícil perder así». «Jugamos bien pero nos faltó convertir» el ansiado gol que les diera tranquilidad.

La selección paraguaya venía de golear a Chile por 3-0 de visitante, en Santiago, resultado que fortaleció anímicamente al grupo y a los aficionados, pero la ilusión duró cinco días.

A falta de dos fechas, que se jugarán en octubre, Paraguay ocupa la séptima posición, fuera de la zona de clasificación sudamericana, con 21 puntos y sus últimos dos compromisos serán de visita ante Colombia y de local contra Venezuela.

Brasil sigue en la cima, ya clasificado con 37 puntos, seguido de Uruguay (27), Colombia (26), Perú y Argetina (24),, Chile (23), Paraguay (21), Ecuador (20), Bolivia (13) y Venezuela (8).

Los cuatro primeros consiguen un billete directo, mientras que el quinto jugará una repesca ante Nueva Zelanda.

Artículo anteriorAmpliar el espectro
Artículo siguienteFuera de Juego en vivo desde Guatemala