Berlín
Agencia (dpa)

El experto en doping Grigori Rodchenkov, quien se encuentra exiliado en Estados Unidos, trabajó en la organización de un programa de doping para ayudar ilegalmente a la selección rusa de fútbol en el Mundial de 2018, según publica la revista alemana «Der Spiegel».

La publicación se remite a las declaraciones del director de cine estadounidense Bryan Fogel, que ayudó a huir de Rusia a Rodchenkov, principal testigo en la trama de doping que se destapó en los últimos tiempos.

De acuerdo con Fogel, el antiguo director del laboratorio antidoping de Moscú debía ayudar a manipular muestras del equipo ruso en el Mundial de fútbol como ya se hizo en los Juegos Olímpicos de invierno en la ciudad rusa de Sochi en 2014.

«Grigori estaba ya inmerso en los preparativos cuando todo salió a la luz», declaró Fogel a «Der Spiegel». El director de cine grabó con la ayuda de Rodchenkov un documental sobre el doping en Rusia que fue estrenado en agosto en Netflix bajo el nombre de «Icarus».

El Gobierno ruso negó el doping sistemático y presentó al disidente Rodchenkov como el instigador de las manipulaciones en Sochi. «El Estado no tiene posibilidad alguna de vigilar el trabajo de un director de laboratorio», citó la revista al viceprimer ministro ruso, Vitali Mutko, que también dirige el comité organizador del Mundial.

Rodchenkov dirigió desde 2006 hasta 2015 el laboratorio antidoping de Moscú. Al mismo tiempo, según confesó él mismo, se encargó de coordinar un programa secreto para incrementar ilegalmente el rendimiento de deportistas rusos.

En enero de 2016 huyó a Los Ángeles porque temía por su vida en Rusia y una entrevista suya en el diario estadounidense «New York Times» terminó de hacer público el escándalo de doping organizado en Rusia. Las investigaciones de la Agencia Mundial Antidoping (AMA) apoyaron las declaraciones de Rodchenkov.

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