Por ARITZ PARRA y JOSEPH WILSON
BARCELONA
AGENCIA/AP
Ángel María Villar, presidente de la federación española de fútbol durante una etapa de éxitos sin precedente para la selección de ese país, fue detenido hoy en Madrid junto con su hijo y otros dos dirigentes como parte de una pesquisa anticorrupción.
Villar, también vicepresidente de la FIFA y de la UEFA, es sospechoso de organizar partidos de la selección española que derivaron en operaciones de negocios en beneficio de su hijo Gorka, de acuerdo con la fiscalía anticorrupción española.
Gorka y otros dos directivos fueron detenidos durante allanamientos en la sede de la federación. Hasta 2016, Gorka Villar se desempeñó durante años como asesor legal y mano derecha de tres expresidentes de la Conmebol luego acusados de corrupción como parte de una pesquisa en Estados Unidos.
Varias horas después del arresto, agentes policiales llevaron a Villar a las oficinas de la federación en las afueras de Madrid. Villar emergió de un vehículo de la Guardia Civil y entró al edificio escoltado por dos guardias a las 3:03 pm hora local.
Dos guardias armados vigilaban la entrada mientras el personal entraba y salía de la instalación, ubicada cerca de la cancha donde se entrena la selección nacional de fútbol en Las Rozas, en las afueras de Madrid.
Los otros dos detenidos eran Juan Padrón, vicepresidente de asuntos económicos de la federación (RFEF) y presidente de la Federación Tinerfeña de Fútbol, y el secretario general de esa asociación regional canaria. Los cuatro fueron acusados de administración desleal, apropiación indebida y falsificación de documentos, entre otros delitos.
«Hemos visto los reportes de prensa sobre la situación del señor Villar Llona», dijo la FIFA en una declaración. «Como el caso parece estar vinculado con asuntos internos de la federación española, por el momento los referimos a ellos para más detalles».
La operación «Soule» incluyó además varios allanamientos de la sede central de la federación en las afueras de Madrid, las oficinas de la federación regional en la isla de Tenerife y las oficinas «de negocios y varias residencias privadas de los individuos arrestados».
La fiscalía emprendió las investigaciones a principios de 2016 tras una denuncia del Consejo Superior de Deportes, el organismo oficial que supervisa el deporte en España.
Las averiguaciones llevaron a la fiscalía a sospechar que Villar «pudiera haber impulsado la celebración de partidos entre la selección española de fútbol y otras selecciones, consiguiendo de esta manera contraprestaciones para la contratación de servicios y otras relaciones comerciales en beneficio de su hijo».
Los fiscales sospechaban que Padrón y el secretario de la Federación Tinerfeña habrían «favorecido la contratación de sociedades» para beneficio personal.
El ministro español de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, dijo en la televisora estatal poco después de que comenzaran los registros que «en España las leyes se cumplen, las leyes son iguales para todos y nadie, nadie está por encima de la ley».
La UEFA, el organismo rector del fútbol en Europa, indicó en un comunicado que «está al tanto de los reportes sobre el señor Villar Llona. No tenemos comentarios en este momento».
Villar, de 67 años, lidera la federación española desde 1998 y fue su presidente cuando la selección nacional conquistó el Mundial de 2010 y la Eurocopa en 2008 y 2012, uno de los períodos de mayor dominio por alguna selección en el fútbol moderno.
También ha sido una pieza clave de la política de la FIFA y la UEFA desde la década de 1990, y ha trabajado de cerca con varios líderes de fútbol internacional que después fueron acusados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Su hijo Gorka estuvo vinculado con la confederación sudamericana y con tres expresidentes de la institución que se vieron implicados en la investigación federal estadounidense. Gorka Villar dejó la Conmebol en julio de 2016.
Ángel María Villar fue un duro mediocampista del Athletic de Bilbao y la selección española antes de retirarse para trabajar como abogado y administrador de fútbol. Fue elegido para el comité ejecutivo de la UEFA hace 25 años y para el comité directivo de la FIFA hace 19 años. También ha sido una figura influyente en los comités legales y de arbitraje de ambas organizaciones.
Los procesos de adjudicación de las sedes para las Copas del Mundo del 2018 y el 2022, Villar encabezó el grupo de candidatura de España-Portugal que el comité de ética de la FIFA investigó brevemente en el 2010 por acusaciones de haber arreglado un pacto de votos con delegados sudamericanos para cambiar respaldo con la candidatura de Catar. Rusia ganó la sede del 2018.
La conducta de Villar durante una pesquisa subsiguiente más amplia fue mencionada en un reporte del entonces fiscal de ética de la FIFA Michael García.
«Él (Villar) no estuvo dispuesto a discutir los hechos y circunstancias del caso», escribió García en un reporte del 2014 publicado el me pasado. «Lo que es más, su tono y comportamiento fueron profundamente perturbadores, como es evidente en la grabación de la entrevista».
Cada vez más percibido como una figura divisiva con ambiciones de liderazgo, Villar decidió no presentar una candidatura para suceder a Michel Platini como presidente de la UEFA el año pasado.
Antes de sumarse a la Conmebol, Gorka Villar era un destacado abogado especializado en deportes en Madrid. Ayudó a representar al ciclista Alberto Contador en un intento fallido de apelación en la Corte de Arbitraje del Deporte y recuperar su título del Tour de Francia de 2010 tras dar positivo en un control de dopaje.