Por ROB HARRIS
Una investigación sobre la muerte de un británico que cayó de un estadio en construcción para la Copa del Mundo Catar 2022 ha generado preocupación sobre la seguridad del techo de la edificación.
Los organizadores del Mundial dieron a conocer hoy los resultados parciales de una evaluación del accidente en el Estadio Internacional Khalifa, pero aclararon que el reporte completo no puede ser publicado mientras las autoridades locales continúan con su propia investigación. Es una de dos muertes relacionadas con las tareas de construcción detalladas en el más reciente reporte de bienestar laboral en Catar sobre los preparativos para el Mundial de 2022, que actualmente cuenta con 12 mil 367 trabajadores en ocho sitios de construcción.
El británico de 40 años cayó de una altura de 39 metros en enero cuando un extremo del pasillo elevado del techo que él instalaba se vino abajo y la soga de seguridad se rompió.
«Durante el transcurso de la investigación, el equipo había planteado preocupaciones respecto al método de instalación del sistema de pasillo elevado», describió el reporte de bienestar laboral de los organizadores de la Copa del Mundo. «Esto requirió una investigación más detallada sobre el método mismo y las habilidades de supervisión del personal del contratista especializado».
La evaluación ha llevado a la implementación de «medidas correctivas y preventivas» de parte del contratista, una empresa conjunta entre firmas belgas y catarís, así como revisiones de seguridad en todos los estadios en construcción, de acuerdo con el reporte.
El británico era el único obrero europeo en morir durante la construcción de estadios en Catar, país que depende en una fuerza laboral de salarios bajos conformada por migrantes provenientes del sur de Asia mientras se prepara para realizar el primer Mundial de Medio Oriente. Hasta ahora, los organizadores han reportado seis muertes no relacionadas con seguridad laboral, siendo en su mayoría casos de problemas cardiacos o respiratorios.
El reporte es dado a conocer mientras Catar lidia con una crisis diplomática que lo ha aislado en la región. Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin rompieron relaciones con Catar a inicios de este mes y bloquearon el tráfico aéreo, marítimo y terrestre por lo que acusan es el respaldo catarí a grupos extremistas islámicos y lazos con Irán. Catar niega las acusaciones y asegura que el bloqueo tiene motivos políticos.