Por Pablo Sanguinetti
Kazán, Rusia
AGENCIA/dpa
El debutante Portugal llega a la Copa Confederaciones de Rusia haciendo un balance agridulce del año que pasó desde que conquistó la Eurocopa en Francia: de un lado, resultados pobres y estrellas a media máquina; del otro, la ventaja de contar entre sus filas con el jugador más en forma del mundo.
Cristiano Ronaldo es la estrella más esperada en Rusia tras un año inmejorable que le garantiza virtualmente su quinto Balón de Oro. También la principal razón por la que Portugal se presenta en el torneo de selecciones (17 de junio a 2 de julio) como uno de los grandes candidatos al título.
«Los jugadores vuelan a Rusia con el mismo objetivo que tenían hace un año cuando fueron a la Eurocopa: queremos ganar la copa», dijo Fernando Santos, el técnico que comandó en Francia el primer título internacional conquistado por Portugal.
Gran parte del plantel campeón voló ahora a Rusia, donde comenzará jugando con México (18 de junio), Rusia (21) y Nueva Zelanda (24). La nómina incluye figuras como el defensor Pepe, el arquero Rui Patricio o el delantero Nani, además de un Cristiano Ronaldo desatado que viene de encadenar Liga y Liga de Campeones europea con el Real Madrid.
Pero desde la euforia tras la final ganada a Francia, el equipo de Santos tuvo problemas para mantener el nivel. En su primer partido de clasificación al Mundial cayó 2-0 ante Suiza y es segundo en su grupo, un puesto que lo dejaría sin billete directo a Rusia 2018. En marzo perdió 3-2 ante Suecia en un amistoso que ganaba 2-0.
Jugadores como Adrien Silva o el propio Pepe sufrieron lesiones y otros como Andre Gomes cerraron una temporada modesta. Eder, el idolatrado autor del gol en la final de la Eurocopa, marcó solo seis tantos en 31 partidos con el Lille y quedó fuera de la convocatoria para la Confederaciones, al igual que Renato Sanches.
Ese contexto agranda las expectativas sobre Cristiano Ronaldo. Y el delantero de 32 años parece en el mejor momento posible para cumplirlas, con un espectacular final de temporada que incluyó diez goles decisivos a partir de cuartos de final de la Liga de Campeones que terminó conquistando su Real Madrid.
Antes de volar a Rusia, el portugués afrontó un desafío diferente: la Fiscalía de Madrid lo denunció por un presunto fraude fiscal de 14,7 millones de euros (16,6 millones de dólares). Sereno, aseguró que es inocente y que tiene la «conciencia tranquila». Un alivio para un Portugal que sueña con volver costumbre la conquista de títulos.