Por Noelia Román
Barcelona/Madrid
agencia/dpa
Separados por un océano de diez puntos, pero con su rivalidad intacta, Real Madrid y Atlético de Madrid se enfrentarán mañana en la Liga española de fútbol conscientes de que su clásico derbi puede marcar el desenlace del campeonato.
En el estadio Santiago Bernabéu y días antes de medirse al Bayern de Múnich en los cuartos de la Liga de Campeones europea, los blancos recibirán a su gran rival ciudadano en duelo por la trigésimo primera fecha con el objetivo de reafirmarse en la cima de la Liga y mantener su ventaja sobre el Barcelona, que también mañana visita al Málaga.
Dos puntos separan ahora a los azulgrana (69) de los dirigidos por Zinedine Zidane (71), que aún tienen un partido aplazado pendiente de disputar frente al Celta de Vigo.
El título de Liga parece cuestión de unos y de otros. El Atlético, tercero con 61 puntos, se apartó de la pelea hace ya bastantes fechas; centró sus esfuerzos en la «Champions», donde se medirá al Leicester inglés, y aprovechó el bajón del Sevilla -cuarto con 58 unidades- para recuperar posiciones en el campeonato doméstico.
Por eso y por los precedentes, Zidane tiró hoy de prudencia para pronunciarse sobre un choque, cuyo resultado puede marcar el devenir de la Liga.
Si como sucedió en los últimos tres derbis en la cancha del Real Madrid, el Atlético logra llevarse el triunfo, el Barcelona tendría la oportunidad de regresar a la cima mañana mismo con una victoria frente al Málaga, un equipo que nunca le puso las cosas fáciles.
«Mañana es otro partido y el Atlético está muy bien. No me espero el partido de la ida, en el que sufrimos a ratos. Mañana también lo vamos a hacer o va a ser peor, pero estamos concentrados y queremos ver un buen partido de fútbol», afirmó hoy Zidane.
En la primera vuelta de la Liga, los blancos se impusieron a los dirigidos por el argentino Diego Simeone por un contundente 3-0 en el estadio Vicente Calderón.
Pero las circunstancias ahora son otras, el técnico francés del Real Madrid considera que los rojiblancos están jugando mejor que entonces y la mayor presión recae sobre su equipo, que defiende la cima.
Para el Atlético, una victoria frente a su archirrival ciudadano implicaría prolongar la excelente estadística que Simeone tiene en el Bernabéu -se impuso en tres de los cuatro duelos que disputó- y un excelente golpe de moral para afrontar los cuartos de la Champions.
«Jugar en el Bernabéu es igual que jugar en cualquier otro campo porque siempre necesitamos los puntos», aseveró, sin embargo, Simeone.
Nadie creyó al técnico argentino, que como siempre jugó al despiste y, sutilmente, restó cierta importancia al Real Madrid.
«Lo que más orgulloso me pone es haber empatado en Barcelona y haber ganado la Liga», aseguró Simeone.
«El Real Madrid ha ganado la Champions, la Copa del Mundo, ha sido primero durante toda la temporada y está camino de ganar la Liga. Quedan cada vez menos jornadas y se les ve centrados en ellos. Sus números son espectaculares, hablan por sí solos», añadió después para poner en perspectiva el choque.
Para afrontarlo, el entrenador rojiblanco contará con todos sus mejores hombres, excepto el francés Kevin Gameiro, y todo apunta a que Fernando Torres acompañará al entonado Antoine Griezmann en la delantera.
Zidane tiene la ya conocida baja del galo Raphael Varane, pero también a su estimada BBC -la delantera compuesta por el francés Karim Benzema, el galés Gareth Bale y el portugués Cristiano Ronaldo- y a su Isco «a tope físicamente».
Así, el Real Madrid buscará enlazar su partido número 52 marcando ante un Atlético que acumula cinco jornadas consecutivas sin recibir un gol.
A lo que suceda en el Santiago Bernabéu estará muy atento el Barcelona, antes de buscar un triunfo en Málaga que le permita seguir luchando por la Liga.
«La Liga pasa por Málaga y nada más. Si no ganamos los tres puntos en Málaga, el resto no sirve de nada. Ya habrá tiempo de valorar cómo se llega al clásico», afirmó hoy su entrenador, Luis Enrique.
El gran clásico de la Liga se disputará el 23 de abril en la cancha del Real Madrid y, dependiendo de los resultados de las dos fechas anteriores, podría ser determinante para el desenlace del campeonato.
De momento, Luis Enrique confía en el excelente momento de forma de su tridente ofensivo -el argentino Lionel Messi, el brasileño Neymar y el uruguayo Luis Suárez- para intentar ganar los ocho partidos que le restan a la Liga. En Málaga, no obstante, no podrá contar con Gerard Piqué ni con Ivan Rakitic, ambos suspendidos.
La jornada de sábado se completará con el Espanyol-Alavés y con el Sevilla-Deportivo de La Coruña, con los dirigidos por el argentino Jorge Sampaoli necesitados de un triunfo para cortar su mala racha: dos derrotas y tres empates en sus cinco últimos partidos.
Jugar en el Bernabéu es igual que jugar en cualquier otro campo porque siempre necesitamos los puntos.
Diego Simeone, entrenador rojiblanco.