Miami
DPA

Tras la final del torneo de tenis de Miami disputada ayer, la temporada 2017 sigue resumiéndose en el mismo nombre, Roger Federer, que tumbó de nuevo al español Rafael Nadal para levantar su tercer título de la temporada tras el Abierto de Australia e Indian Wells.
_Depo6_1bEl suizo de 35 años ascendió hoy al número cuatro del mundo después de vencer por 6-3 y 6-4 a Nadal y escribir una nueva página de su espectacular regreso. Tras seis meses sin competir por una lesión de rodilla, volvió al circuito en enero y desde entonces sólo perdió un partido y ganó 19, tres de ellos ante Nadal.

«Felicidades a Roger y a su equipo, es increíble, uno de los mejores regresos de la historia. Estoy feliz por ti», señaló el español aún sobre la pista tras perder por quinta vez una final de Miami, uno de los pocos títulos que se le resisten.

Nadal fue durante muchos años la bestia negra de Federer, pero ahora no encuentra antídoto para frenar la nueva versión del suizo, la de un tenista agresivo, que ataca prácticamente en cada golpe y que lleva siempre la iniciativa.

Es la segunda vez, después de 2006, en la que Federer arranca el año con los títulos de Australia, Indian Wells y Miami. Sin embargo, para volver a ver al campeón de 18 Grand Slam en una cancha de tenis habrá que esperar seguramente hasta Roland Garros, que se disputará del 29 de mayo al 11 de junio.

«Probablemente no juegue ningún torneo en arcilla excepto el Abierto de Francia. Mi cuerpo necesita descansar», dijo Federer a ESPN tras levantar su tercera copa en Miami, el título número 91 de su prolífica carrera.

«Quiero estar sano y disfrutar. Cuando me siento bien puedo jugar un gran tenis como éste. Si no estoy sano, no podré estar en estas finales con Rafa», agregó tras una nueva edición del gran clásico del tenis moderno.

«Voy a centrarme ahora en el Abierto de Francia, en la hierba y después en las canchas duras. Ésa será la clave para mí», añadió.

Federer sumó además su tercera victoria del año sobre Nadal y la cuarta consecutiva ante el español, una racha que jamás había logrado. Y eso que hoy fue el capítulo número 37 de la histórica rivalidad, con un balance de 23-14 para Nadal.

El helvético empleó un día más la receta que tanto éxito le está dando en 2017: un tenis directo, agresivo, sin concesiones. El triunfo de hoy lo consiguió en una hora y 34 minutos y con el termómetro en los 28 grados. Además, la humedad rozó el 80 por ciento.

Nadal y Federer tuvieron varias opciones de break en los primeros juegos del partido, pero la rotura no llegaría hasta el octavo game. Lo logró Federer para colocarse 5-3 y servicio.

Tras atar la primera manga, ambos jugadores, exhaustos, se fueron al vestuario a refrescarse debido al intenso calor que hacía en Crandon Park.

Los dos ex números uno bajaron el nivel en el inicio del segundo set, plagado de errores en los dos lados de la pista. Federer consiguió el break definitivo para adelantarse 5-4 e instantes después cerró el duelo con una bola larga de Nadal.

«El primer set fue intenso y pudo caer de cualquier lado. El segundo empezó más lento, pero gané varios puntos importantes. Fue una gran victoria para mí», señaló Federer.

Nadal perdió así su quinta final en Miami y se quedó de nuevo a las puertas de su primer título de 2017 tras caer también en Australia, ante Federer, y después la de Acapulco con el estadounidense Sam Querrey.

«Siempre estoy aquí con el trofeo pequeño», bromeó Nadal, que a partir de mañana ascenderá al número cinco del ranking mundial.

«Fueron dos semanas buenas para mí aquí en Miami. Es la tercera vez que pierdo con Roger este año, pero fue un buen inicio de temporada para mí», indicó.

Miami fue el escenario donde, el 28 de marzo de 2004, se disputó el primer duelo entre Nadal y Federer. En los años siguientes construyeron una rivalidad histórica que fue perdiendo fuelle en las últimas temporadas. Pero el inicio de 2017 recuperó el gran clásico y con Federer como dominador.
«Recuerdo que aquí es donde todo empezó para nosotros en 2004 y desde entonces hemos jugado algunos partidos épicos», señaló Federer. «Eras joven y ahora te has vuelto grande y fuerte. Siempre disfruto jugando contra ti», añadió tras el título número 91 de su carrera.

Federer arrancó el año en el décimo séptimo lugar del ranking y ya está en el cuarto puesto tras apenas tres meses en los que no dejó de asombrar con su tenis.

El tenista de Basilea suma ya 26 títulos de Masters 1000, quedándose a dos de Nadal y a cuatro del récord de Novak Djokovic, que no jugó en Miami por una lesión en el codo.

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