Buenos Aires
DPA

El delantero de la Juventus de Italia Paulo Dybala quedó recuperado de una lesión muscular y quedó a disposición del entrenador del seleccionado argentino de fútbol, Edgardo Bauza, para visitar mañana a Bolivia, en La Paz, por las eliminatorias mundialistas para Rusia 2018.

Dybala participó del entrenamiento que el equipo «albiceleste» realizó ayer luego de quedar al margen el jueves del seleccionado que derrotó 1-0 a Chile en Buenos Aires.

Bauza convocó a Dybala con la intención de incluirlo en el equipo titular cerca del astro Lionel Messi para que ambos generen juego en la ofensiva.

Por su parte, ante la lenta recuperación de la lesión que sufrió en su rodilla derecha el defensor Emmanuel Mas, el entrenador llamó hoy al zaguero de Rosario Central Javier Pinola, de 34 años, para incorporarse al seleccionado, confirmó hoy la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) en un comunicado.

El entrenador del seleccionado argentino ya había convocado el viernes al zaguero Matías Caruzzo (San Lorenzo), al volante Iván Marcone (Lanús) y al delantero Lucas Alario (River Plate).

El duelo ante Chile le dejó a Argentina varias bajas. Lucas Biglia, Javier Mascherano, Gonzalo Higuaín y Nicolás Otamendi recibieron la segunda tarjeta amarilla en la eliminatoria y fueron suspendidos.

A ellos se sumó el desgarro muscular que sufrió el defensor del Sevilla de España Gabriel Mercado, ya desafectado del plantel.

Argentina formaría frente a Bolivia con Sergio Romero; Facundo Roncaglia, Mateo Musacchio, Ramiro Funes Mori, Marcos Rojo; Julio Buffarini, Enzo Pérez, Guido Pizarro, Éver Banega; Lionel Messi y Lucas Pratto.

El seleccionado «albiceleste» se encuentra ubicado tercero en las posiciones de las eliminatorias con 22 puntos, a ocho del líder, Brasil, pero a dos de quedar afuera de los cinco lugares de clasificación al Mundial.

Argentina viajará mañana rumbo a la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, donde pasará la noche. Al día siguiente, horas antes del partido, tomará un vuelo hacia La Paz, ubicada a 3.650 metros sobre el nivel del mar.

Al planificar de este modo el viaje el equipo busca contrarestar el efecto de la altura en el rendimiento físico de los futbolistas.

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