Acapulco, México
DPA
El Abierto Mexicano de Tenis comenzará hoy con un cuadro de lujo en la rama masculina, con la presencia de cinco tenistas del «top ten», incluidos el serbio Novak Djokovic y el español Rafael Nadal, además de un «outsider» de calibre como el argentino Juan Martín del Potro.
Además de Djokovic y Nadal, ganadores de 12 y 14 títulos de Grand Slam, respectivamente, estarán presentes el croata Marin Cilic (número 7 del mundo), el austríaco Dominic Thiem (8) y el belga David Goffin (10).
No estará en cambio el canadiense Milos Raonic, número cuatro del mundo, que se bajó a último momento por una lesión. Pero aun así se trata de un cuadro de lujo que depara choques explosivos desde las primeras rondas.
«Es un cuadro muy competitivo, es la mejor edición que recuerdo», aseguró Nadal, sexto del ranking ATP, a su llegada a Acapulco. «Es muy bueno para México, para el torneo, contar con Djokovic», añadió.
La constelación de estrellas se completa con la presencia de Del Potro, actualmente en el puesto 42, pero ganador de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río en 2016 y campeón del US Open en 2009.
El argentino, reciente semifinalista en Delray Beach, podría cruzarse en la segunda ronda con Djokovic, según determinó el sorteo realizado hoy. El serbio debutará con el eslovaco Martin Klizan, mientras que Del Potro espera un rival de la clasificación en la primera ronda.
La aparición sorpresiva de Djokovic, a quien le fue otorgada una «wild card», fue confirmada apenas el jueves por los organizadores del torneo. Es la primera vez que el número dos del mundo jugará en Acapulco, en lo que también será su debut en tierras mexicanas.
Los organizadores encontraron un espacio en la agenda de Djokovic, que decidió no asistir al ATP 500 de Dubai y así prepararse para el Masters 1.000 de Indian Wells, el cual se iniciará una semana después del abierto mexicano.
Incluso antes de que se anunciara la presencia del ex número uno, el comité organizador del torneo había anunciado que los boletos estaban agotados. La expectativa en Acapulco es máxima.
Nadal, finalista del Abierto de Australia, buscará su tercer título en la ciudad de la costa del Pacífico y el duodécimo para España. Sin embargo, tendrá un exigente debut ante el alemán Mischa Zverev. Además, tendrá que jugar en una cancha diferente a donde logró sus anteriores consagraciones, en 2005 y 2013.
Desde 2014, la clásica arcilla de Acapulco fue sustituida por una superficie dura. Ahí se encontrarán, desde mañana y hasta el sábado, cuatro jugadores que acumulan un total de 28 títulos de Grand Slam.
A los 12 trofeos de Djokovic se le suman los 14 de Nadal. Del Potro y Cilic, cada uno con una aportación, completan el prestigioso cuadro masculino.
La rama femenina, que se juega desde 2001, tendrá menos prestigio que en años anteriores. El contraste se vuelve notorio cuando se compara con la gran lista de participantes masculinos.
Pero no por eso será menos interesante. La rusa Anastasia Pavlyuchenkova, vigésimosegunda del escalafón, es la principal representante. También estará presente la italiana Sara Errani (93), dos veces ganadora del abierto mexicano.
«Nunca había tenido tan buen inicio de año», declaró Pavlyuchenkova. «El trabajo de pretemporada realmente ha funcionado», añadió. La rusa alcanzó en enero por primera vez los cuartos de final del Abierto de Australia.
La puertorriqueña Mónica Puig (42), ganadora del oro en Río 2016, y la canadiense Eugenie Bouchard (45), son otras dos candidatas al título. Tanto Bouchard como Pavlyuchenkova volverán a México en abril para disputar el Abierto de Monterrey.
El torneo de Acapulco, que se jugará en el suroeste del país, tiene una bolsa de 1,2 millones de dólares para el cuadro masculino y 250.000 para el femenino.