Por TOM WITHERS
GOODYEAR, Arizona, EE.UU.
AGENCIA/AP

Mientras un grupo de fanáticos se agolpaba frente a la cerca para quedar en la mejor posición de conseguir un autógrafo o sacarse una selfie con la nueva estrella de los Indios de Cleveland, Edwin Encarnación se mostró impasible.

Con su guante balanceándose sobre su cabeza, el toletero dominicano estampó su firma en bolas, bates, tarjetas y todo lo que pusieran en frente. No parecía disfrutar el momento, luciendo desinteresado, distante.

Hasta que un fanático le llamó la atención.

«Oye», le dijo a Encarnación. «Sabes que puedes sonreír. Ahora estás en Cleveland».

Sin chistar, Encarnación esbozó una sonrisa que iluminó un día de cielo plomizo en el desierto.

En esta primavera, los Indios ríen bastante. Su adquisición de Encarnación, con un contrato de 60 millones de dólares por tres años — el más rico en la historia del equipo — como agente libre durante el invierno permite a los campeones de la Liga Americana insertar un artillero de temer en la parte medular de su orden ofensivo, algo que no habían tenido desde que Albert Belle, Jim Thome y Manny Ramírez lideraban los potentes equipos de Cleveland en los 90.

Tras ocho campañas en Toronto, Encarnación está en un nuevo equipo — uno que no aparecía en los planes.

Cuando se puso en marcha la agencia libre, los Indios — con una modesta nómina — no asomaban como entre los candidatos para obtener los servicios de Encarnación, quien disparó 42 jonrones y lideró la liga con 127 impulsadas en 2016. Otros cuatro equipos estaban en mejores condiciones económicas para fichar al pelotero de 34 años de edad. Todo indicaba que se iría a Boston o Texas, pero no a Cleveland.

Pero se inclinó por los Indios debido a su potencial por repetir una exitosa marcha en octubre.

«Tomé la decisión de venir acá, ya que aquí tengo la oportunidad de ganar la Serie Mundial», dijo Encarnación, cuyos 193 jonrones en las últimas cinco temporadas constituyen la segunda máxima cantidad en las mayores. «Este equipo, pinta muy bien y creo que tiene un grupo muy talentoso de jugadores jóvenes. Tenemos una muy buena oportunidad de volver a la Serie Mundial y ganarla».

La presencia de Encarnación ratifica a los Indios como el equipo a vencer.

Encaja a la perfección en una poderosa alineación a Francisco Lindor y Jason Kipnis, además de recuperar a Michael Brantley, el estelar jardinero que solo disputar 11 juegos la pasada temporada.

Y le hace fácil al manager Terry Francona tomar la decisión de quién será su cuarto bate.

Aunque el tres veces seleccionado al Juego de Estrellas se ha establecido como uno de los bateadores más temidos, Encarnación no es de presumir su condición. Prefiere ser uno más.

Antes de cerrar su contratación, los Indios quisieron asegurarse que añadían a un jugador que iba a consolidar su cohesión — no socavarla. Es quieto en todo lo que hace, con una idea clara de sus objetivos.

«No estoy seguro si tímido es la palabra que le describe mejor», señaló el gerente general Mike Chernoff sobre Encarnación. «Creo que sereno es la palabra. No hay duda de que tiene presencia. Eso ha sido claro desde el primer minuto aquí. Pero es más bien porque pone el ejemplo de forma silenciosa. Durante el invierno, hicimos un análisis a fondo sobre él, con nuestros caza talentos y haciendo preguntas a nuestros contactos. Y todo el mundo dijo que era un líder, pero sin necesidad de aspavientos».

Encarnación llamó la atención de sus nuevos compañeros cuando participó en la denominada «Warrior Run» o el «Beep Test», el agotador ejercicio que tiene el l equipo para poner a prueba las condiciones físicas del pelotero.

Aunque pudo haber declinado participar, Encarnación corrió hasta que no pudo más.

«Es alguien que irradia presencia solo cuando pasa caminando», comentó el pitcher Mike Clevinger. «Pero viéndolo participar del Beep Test, no marcó el paso entre los corredores, pero su esfuerzo, especialmente para nosotros que somos los jóvenes, fue algo tremendo de admirar. No me lo esperaba. No es por faltarle el respeto, pero no creía que iba tomar parte del Beep Test, pero ahí estaba fajándose y fue sensacional verlo en ello».

Costosa adquisición

60 millones de dólares
Es el contrato por tres años de Encarnación en los Indios de Cleveland, la más costosa de la historia del equipo.

Artículo anteriorAncelotti dona 5 mil euros, tras su gesto obsceno a hinchas del Hertha
Artículo siguienteFederer confía en alargar su carrera al menos hasta 2019