Rosario, Argentina
AGENCIA/dpa

Ernesto Vecchio, el primer entrenador que tuvo el astro argentino Lionel Messi en las divisiones infantiles del club Newell’s, murió a los 65 años en la ciudad de Rosario, informó hoy la prensa.

«Mis ojos no podían creer lo que estaban viendo. Un niño tan pequeño, con esa calidad y que era capaz de hacer lo que hacía con la pelota», rememoró tiempo atrás Vecchio sobre los primeros pasos de Messi, publicó hoy el diario «La Capital».

Vecchio fue hallado muerto ayer en su vivienda de Rosario, la ciudad natal de Messi, indicó la prensa local.

A los siete años, la estrella del Barcelona de España se incorporó a la cantera de Newell’s y fue parte del equipo llamado «La Máquina del 87», el año de nacimiento de la mayoría de los niños que integraba el conjunto, que fue campeón en dos oportunidades.

«Messi era todo en el equipo», reconoció Vecchio en el libro «Messi. El chico que llegaba tarde», de Leonardo Faccio.

Vecchio se inició en 1984 como entrenador de las divisiones infantiles de Newell’s, donde se desempeñó durante 28 años sin abandonar su verdadera profesión: mecánico de automóviles.

En el predio «Malvinas Argentinas», la escuela de fútbol de Newell’s», Vecchio recibió a Messi cuando era un niño ya conocido en la zona por su habilidad. El «Enano», como lo llamaron sus compañeros, había comenzado a jugar a los cuatro años en el club Aparicio Grandoli incentivado por su abuela, Celia Cuccittini, que lo acompañaba a cada entrenamiento y partido. A ella Messi le dedica sus goles mirando al cielo en cada oportunidad.

«La Máquina del 87» entrenada por Vecchio goleaba a cuanto rival enfrentara. Las pocas veces que caía derrotado, los niños lloraban; odiaban perder.

Mientras entrenaba, Messi podía leer pintados en una de las paredes del centro de entrenamiento de Newell’s los nombres de los jugadores que habían surgido de allí y triunfaron en el fútbol mundial, entre ellos Gabriel Batistuta, Mauricio Pochettino y Jorge Valdano.

En aquella época, una vez al día, Messi se inyectaba en sus piernas el medicamento para suplir sus problemas de crecimiento. «Leo era chiquito pero no tenía problemas de alimentación. No se agotaba, ponía la pierna firme y aguantaba los golpes», comentó el entrenador en su momento.

En sus últimos años, Vecchio entrenaba a los niños de Leones Fútbol Club, de la Fundación Messi.

«Me acuerdo que en uno de sus últimos partidos en Newell’s Leo estaba enfermo, pero igual vino y lo dejamos en el banco (de suplentes). Cómo íbamos perdiendo 1-0, lo llamé y le pregunté si estaba para jugar, me respondió que sí y le dije: ‘Entrá y ganame el partido’’. Y así lo hizo convirtiendo un gol y dando una asistencia magnífica», recordó.

Tras su paso por Newell’s, Messi se incorporó a la cantera del Barcelona y continuó su formación en La Masía.

Mis ojos no podían creer lo que estaban viendo. Un niño tan pequeño, con esa calidad y que era capaz de hacer lo que hacía con la pelota.
Ernesto Vecchio, en una entrevista tiempo atrás sobre los primeros pasos de Messi.

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