Barcelona
DPA

Revitalizado desde que Andrés Iniesta regresó al equipo y exigido por la clasificación, el Barcelona afrontará mañana el derby frente al Espanyol con una única meta: ganar el duelo por la decimosexta fecha de la Liga española por orgullo y por acercarse al Real Madrid.

Con los blancos en Japón disputando el Mundial de Clubes, la victoria es el único resultado posible para los azulgrana, si quieren cerrar el año rebajando a tres sus seis puntos de desventaja respecto a los dirigidos por Zinedine Zidane.

Aunque el recorte tenga algo de ficticio, afrontar la pausa navideña a un solo partido del líder de la Liga modifica el panorama de la competición. Más si se tiene en cuenta que, dos años atrás, el Real Madrid perdió toda su ventaja en la competición doméstica tras conquistar el cetro mundial y la Liga se tiñó de azulgrana.

La ocasión se le presenta a los dirigidos por Luis Enrique cuando su juego parece haber mejorado con la vuelta de Iniesta, pero también en un gran momento del Espanyol.

Titubeantes en sus inicios, los dirigidos por Quique Sánchez Flores aspiran a ampliar en el Camp Nou su fabulosa racha: nueve partidos invictos, con dos victorias y dos empates a domicilio, el último en la cancha del Atlético de Madrid.

«No tenemos un exceso de confianza ni miedo, sino respeto para todos los rivales», afirmó hoy el entrenador del Espanyol.

«He pensado cómo sería en caso de que te llega y en cómo debería ser», añadió en alusión a una posible victoria en el Camp Nou, que los blanquiazules no logran desde hace siete temporadas.

«Los dos llegamos en un buen momento. Ellos son un equipo al que crean pocas ocasiones y que tiene muy buenas transiciones a la contra. Ahí estará la clave: en que podamos solventar su repliegue y que nos generen pocas ocasiones», afirmó hoy un sobrio Luis Enrique.

Su desencuentro con Quique Sánchez Flores -por diferencias personales, no quisieron hacerse la tradicional foto de entrenadores que precede al derby- acaparó buena parte de la atención en las horas previas a un partido vital para los azulgrana.

«Será un partido intenso; sólo espero que se rija por los parámetros deportivos y que se vea un buen espectáculo», añadió Luis Enrique, consciente de la carga emocional que siempre rodea a este choque.

Artículo anteriorCon gol de Costa, Chelsea llega a once triunfos seguidos
Artículo siguienteReal Madrid buscará cerrar un año perfecto