Río de Janeiro
DPA

El club de fútbol brasileño Chapecoense planea demandar a la aerolínea LaMia después del accidente de aviación en el que murió gran parte de su plantilla en Colombia, según dijo su presidente en una entrevista publicada hoy.

«Vamos a procesarlos, con seguridad», dijo Ivan Tozzo al diario brasileño «Folha de Sao Paulo».

La aerolínea, fundada en Venezuela y que operaba desde Bolivia, es considerada responsable del accidente en que murieron 71 personas el 28 de noviembre cerca de Medellín, entre ellos 19 jugadores del Chapecoense y varios directivos y miembros del cuerpo técnico.

Según las investigaciones, la causa del accidente fue la falta de combustible. El presidente de LaMia, Gustavo Vargas, fue detenido el martes y permanece en prisión preventiva. Las autoridades de Brasil, Colombia y Bolivia investigan a la empresa, a la que las autoridades bolivianas ya retiraron la licencia de vuelo.

Tozzo manifestó su preocupación de que la aerolínea pueda no pagarles el monto previsto por el seguro del contrato firmado para el vuelo chárter que llevaba al plantel del club a Colombia, en caso de que LaMia se declare en bancarrota.

«Hicimos un contrato basado en la ley y obligándolos a hacer un seguro de viaje también, que consta en el contrato. El (monto del) contrato es de hasta 50 millones de dólares», aseguró Tozzo.

«Ahora estamos preocupados con la posibilidad de que ellos estén en bancarrota y no paguen la póliza», dijo el directivo, que agregó que tienen a un equipo de asesores jurídicos estudiando el caso.

Las investigaciones actuales ven a LaMia como responsable del accidente por haber viajado con menos combustible del necesario. Medios brasileños aseguraron recientemente que la compañía había incumplido ya semanas atrás con las reglas de combustible en un vuelo chárter contratado por la selección argentina.

CLUB RECHAZA “BLINDAJE” PARA EVITAR QUE DESCIENDA

El club brasileño rechazó que se le otorgue un «blindaje» deportivo para evitar un posible descenso en el fútbol brasileño.
«No necesitan hacernos ese favor», dijo el presidente interino del club, Ivan Tozzo, en una entrevista publicada hoy por el diario «Folha de Sao Paulo».

«La disputa deportiva es sana y no una lucha de vida o muerte», agregó el directivo. «La plaza tiene que ser conquistada dentro del campo», señaló también un combativo Tozzo, que asumió el cargo después de que el anterior presidente muriera en el fatídico accidente del 28 de noviembre.

Varios clubes brasileños propusieron en los últimos días que el «Chape» sea blindado para que no pueda descender durante tres años del «Brasilerao», como muestra de solidaridad con el modesto club del sur de Brasil.

«No sería adecuado moralmente exigir que los clubes nos mantengan sin competir. No se trata de arrogancia», aseguró Tozzo. «Si perdemos, vamos a caer. Si ganamos, vamos a ganar y seguir».

Lo que el club sí necesita es apoyo financiero, agregó. «Para continuar como equipo de la Serie A vamos a necesitar dinero. No somos un equipo grande», comentó Tozzo.

El Chapecoense, un pequeño club de provincias fundado en 1973, tuvo un ascenso meteórico en los últimos años en Brasil a la sombra de los grandes clubes de Sao Paulo o Río de Janeiro. El «Chape» llegó en 2014 a la Primera División, después de despegar cinco años antes desde la Serie D del fútbol brasileño.

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