Zagreb
DPA

Croacia y Argentina se medirán a partir de mañana en Zagreb por el título de la Copa Davis de tenis, en una incierta final en la que los locales buscan su segundo triunfo y los sudamericanos poner fin a una historia de derrotas que se ha convertido en un estigma.

Cuatro finales disputadas -en 1981, 2006, 2008 y 2011- y cuatro perdidas es el balance de Argentina en la Davis a pesar de haber contando con enormes jugadores en las últimas décadas, como Guillermo Vilas, José Luis Clerc, David Nalbandian, Guillermo Coria o Juan Martín del Potro.

«Sabemos la expectativa que hay, la ansiedad que hay», expresó hoy Del Potro, líder del actual equipo y que busca coronar un 2016 en el que escaló mil puestos en el ranking mundial tras dos años lesionado.

El campeón del US Open 2009 pidió sin embargo a los hinchas argentinos que tengan comprensión en caso de que la esquiva Ensaladera se quede en Croacia: «La ansiedad no tiene que ser más de lo que amerita. Esto es tenis y los rivales son los favoritos».

En efecto, Croacia parte como favorita gracias al gran momento de Marin Cilic, número seis del mundo, y al cañón que tiene en el brazo derecho Ivo Karlovic. Ello, sumado al hecho de ser locales, coloca a los croatas ligeramente por encima.

Pero si de algo sabe Argentina en 2016 es de sorpresas. Hace un año nadie esperaba ver a la albiceleste en la final de la Davis. Con Del Potro entre algodones toda la temporada y con un calendario complicado -jugó ante Polonia, Italia y Reino Unido de visitante-, Argentina fue superando obstáculo tras obstáculo hasta llegar al Arena Zagreb. De hecho, sólo hay un precedente en la historia de un equipo que ganó el torneo disputando todas las series fuera de casa: Francia en 2001.

Argentina murió en la orilla de la Davis en cuatro ocasiones, lo que supone casi un estigma en un país que cuenta con éxitos deportivos internacionales en deportes tan mediáticos como fútbol, baloncesto o Fórmula 1. En tenis tiene seis Grand Slam, pero ninguna Davis.

Según decidió hoy el sorteo, la serie la abrirán Cilic y Federico Delbonis y después Del Potro chocará con Karlovic, indiscutido número dos después de que Borna Coric no se recuperara a tiempo de una lesión de rodilla. El sábado se jugará el dobles y en caso de ser necesario se disputarían dos singles más el domingo.

El capitán argentino, Daniel Orsanic, tiene además en su equipo a Guido Pella y Leonardo Mayer, dos jugadores de garantías por si decide hacer algún cambio de cara al domingo. La lógica dice además que el dobles enfrentará a Del Potro-Mayer contra Cilic e Ivan Dodig, aunque todo dependerá de los resultados de mañana.

De lo que pocos dudan es de que la final llegará con vida al domingo. «Ambos equipos tenemos jugadores muy importantes. Creo que la serie se decidirá por pequeños márgenes. Será muy intensa», apuntó Cilic, campeón del US Open en 2014.

El croata es consciente de la frustración que supone para Argentina el hecho de no haber ganado nunca una Davis, pero aseguró que el equipo dirigido por Zeljko Krajan está igual de hambriento.

Para Cilic es también la oportunidad de consagrar a su generación frente a la que brilló entre finales de los 90 y principios de los 2000 con Goran Ivanisevic, Ivan Ljubicic y Mario Ancic. El título supondría el segundo para Croacia después del logrado en 2005.

El Arena Zagreb, con 15 mil asientos, será el escenario de una serie que promete un ambiente más futbolero que tenístico en las gradas, con dos de las hinchadas más pasionales del mundo. Incluso estará el exfutbolista Diego Maradona, todo un volcán.

Argentina tiene a su favor los cara a cara con Croacia, pues ganó los tres únicos precedentes. Incluso el equipo croata parece mucho más asequible que los rivales a los que se enfrentó en las otras tres finales como visitante: EE. UU. en 1981, Rusia en 2006 y España de 2011.

Su gran oportunidad fue en 2008, cuando jugó en casa ante una España sin Rafael Nadal, pero los problemas internos dinamitaron la serie. Ahora todo es armonía en los sudamericanos y tienen en Del Potro a un hombre que tumbó a las mejores raquetas del mundo en los últimos meses.

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