Madrid
DPA

Una mala noche en Manchester bastó para descubrir lo mucho que echa de menos el Barcelona a dos futbolistas como Gerard Piqué y Andrés Iniesta, garantes de dos pilares tan básicos en el equipo azulgrana como son la seguridad y el estilo.

El City ganó ayer por 3-1 en un partido que sirvió para exponer que el Barcelona no anda bien. O, al menos, no tan bien como en otros tiempos, no tan lejanos. No sólo fue la derrota, sino cómo se produjo.

Porque el equipo de Luis Enrique se partió tanto en la segunda parte que permitió un aluvión del conjunto inglés, que apostó por un partido de ida y vuelta sin que el Barcelona encontrara la pausa que necesitaba.

El Barcelona está acusando mucho las ausencias por lesión, y principalmente las de Piqué e Iniesta. Así, en Manchester presentó una defensa particularmente insegura que echó mucho de menos a alguien como Piqué, un líder en gran forma desde el inicio de temporada. Además, no supo «leer» el partido, algo en lo que Iniesta es un genio. No supo imponer su estilo tradicional de tener la pelota no sólo para atacar, sino también para defender.

«Acabó siendo un combate cuerpo a cuerpo en que el balón quemaba en los pies de los barcelonistas y cada vez que se lo arrebataban era una ocasión para el City», corroboró hoy «Mundo Deportivo».

Fue llamativo comprobar que el arquero del Barcelona, Marc-André Ter Stegen, dio más pases (46) que los volantes Ivan Rakitic (25) y André Gomes (39), futbolistas llamados a armar el juego del conjunto azulgrana. Fue una especie de traición al estilo, como si lo que pasara en la medular no fuera a ser importante en Manchester.

Llegados a este punto, muchos recuerdan que el Barcelona se gastó esta temporada 120 millones de euros (133 millones de dólares) en fichar suplentes con el fin de mejorar la competitividad del plantel y afrontar aspectos molestos como pueden ser las lesiones.

Hasta ahora, el único futbolista que mejoró ese supuesto estatus de reserva fue el central francés Samuel Umtiti. Todavía no sucedió lo mismo con futbolistas como André Gomes, Lucas Digne, Denis Suárez, Jasper Cillessen o Paco Alcácer.

Muchos millones de euros después, el Barcelona permanece confiado a la llamada «vieja guardia» y sufre cuando le faltan algunos de sus miembros o, simplemente, cuando algunos de sus titulares más ilustres tienen una mala noche.

Ante la falta de respuestas colectivas, la derrota de Manchester también devolvió a la luz la eterna cuestión sobre la dependencia de la «MSN», la delantera formada por Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez. Ninguno de ellos brilló ante el City, más allá del gol de Messi.

Así, el diario «Sport» instó hoy a Luis Enrique a «encontrar la fórmula para sobrevivir con garantías a una mala noche de la MSN que puede costar muy cara si se produce en un partido trascendental en la recta final de la temporada».

El Barcelona necesita encontrar respuestas pronto porque el domingo jugará un exigente partido ante el Sevilla en lo que será el duelo estelar de la undécima jornada de la Liga española. Y lo hará de nuevo sin Piqué ni Iniesta.

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