Madrid
DPA

En el momento menos oportuno para el Real Madrid se le llenó la enfermería con las lesiones de Sergio Ramos, Carlos Casemiro y Luka Modric, bajas sensibles que comprometieron la promesa de reacción de su técnico, Zinedine Zidane.

Ramos, con un esguince de rodilla que lo tendrá apartado por un mes, fue el último en caer dentro de la mala racha de lesiones que atravesó el conjunto blanco en las últimas semanas, un infortunio que se unió a la errática trayectoria deportiva con tres empates seguidos en la Liga española y uno más en la Liga de Campeones.

Antes cayeron Casemiro, con una fisura en el peroné, y Modric, con una lesión condral en su rodilla izquierda. Es decir, que Zidane se quedó sin su triángulo de seguridad para afrontar los próximos compromisos, empezando por el sábado en su visita al campo del Betis.

El Real Madrid no vence desde el 18 de septiembre, cuando ganó 2-0 en el campo del Espanyol. Se le olvidó cómo ganar. No sólo eso, sino que también ofreció una imagen muy alejada de la solidez que desea Zidane.

«No podemos seguir así», dijo el técnico blanco tras el último empate 1-1 ante el modesto Éibar en el Santiago Bernabéu. Y añadió: «Veo que algo falla en el trabajo. Tenemos que meter más intensidad en el entrenamiento. Y yo el primero».

El Real Madrid no encadenaba tres partidos sin ganar en Liga desde mayo de 2014, cuando sumó dos empates contra Valencia y Valladolid y una derrota en Vigo. Aquella racha también la vivió el entrenador francés en el banquillo, entonces como ayudante del italiano Carlo Ancelotti.

El mal momento de los blancos exigirá a Zidane que plantee soluciones imaginativas, y más al conocer que se quedó sin dos de sus piezas más importantes en el centro del campo, más el jefe de la defensa.

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