Mönchengladbach, Alemania
DPA
Sin el lesionado Lionel Messi, el Barcelona visitará mañana al Borussia Mönchengladbach en busca de dar un nuevo paso rumbo a los octavos de final de la Liga de Campeones de Europa ante un rival que intentará hacerse fuerte en su estadio.
Los azulgrana viajan a Alemania con los deberes hechos. Su victoria por 5-0 ante el Sporting de Gijón el pasado fin de semana ratificó que el equipo también es temible sin su principal figura.
Por el momento, los resultados acompañan a los de Luis Enrique tanto en la Liga española, donde están segundos a un punto del Real Madrid, como en la Champions, competición en la que debutaron con otra goleada, de 7-0 ante el Celtic.
Pero mañana, aunque el Barcelona tiene ante sí un choque en teoría cómodo, debe enfrentarse a un temido enemigo: la estadística. Los números son los principales aliados del Borussia Mönchengladbach, un equipo acostumbrado a ganar en casa en competiciones europeas.
Así, de los 19 partidos que ha disputado como equipo local en la Liga de Campeones o en la Copa de Europa, el conjunto germano sólo ha perdido dos de ellos.
«Va a ser un partido fantástico pero nosotros queremos hacer algo. No somos fans del Barça, somos sus rivales», aseguró el defensa del conjunto alemán Oscar Wendt en vísperas del encuentro.
Tras un mal inicio en la Champions, donde cosechó una amarga derrota por 4-0 ante el Manchester City, el Gladbach luchará por mantener sus opciones en un Grupo C que se presenta complicado.
«Vamos a vendernos caros, por supuesto que somos conscientes del peligro que podría suponer una derrota», declaró el director deportivo del club alemán, Max Eberl.
A diferencia del Barça, que no contará para la competición europea con su jugador estrella, el Gladbach tendrá a punto a sus mejores armas. El brasileño Raffael, aquejado por lesión, volvió este martes a los entrenamientos y todo apunta a que estará disponible para mañana.
También podrá saltar al terreno de juego el defensa Julian Korb, que afronta con muchas ganas el choque en el que medirá sus fuerzas a Neymar, un jugador al que profesa una gran admiración y a quien no conoce personalmente.
Además, el Gladbach cuenta con un plus de motivación entre el cuerpo técnico, ya que el club acaba de confirmar la renovación del contrato de su entrenador, André Schubert, hasta 2019.
Schubert asumió interinamente el mando de equipo en septiembre de 2015 tras la renuncia de Lucien Favre, quien había perdido los primeros cinco partidos en el arranque de la Liga alemana. Dos meses después recibió un contrato hasta 2017 y ahora volvió a ser recompensado por su trabajo.
El duelo hispano-alemán supondrá además la vuelta a casa de Marc-André ter Stegen, el arquero del Barcelona que dos años después de abandonar el club germano regresa a la que fue su casa como titular de un equipo acostumbrado a ganarlo todo.