Glasgow
DPA

Argentina jugará en noviembre ante Croacia la quinta final de la Copa Davis de tenis de su historia después de completar ayer un sorprendente 3-2 sobre Reino Unido en Glasgow, un triunfo con sabor a épica para el equipo albiceleste.

Leonardo Mayer fue el héroe inesperado: entró en el quinto partido por un Juan Martín del Potro hundido físicamente, batió a Daniel Evans por 4-6, 6-3, 6-2 y 6-4 y dio el triunfo definitivo a Argentina, un país para el que la Davis es algo parecido a una obsesión.

Tras perder las cuatro finales que disputó hasta el momento (1981, 2006, 2008 y 2011), Argentina tendrá la oportunidad de borrar ese estigma del 25 al 27 de noviembre, cuando visite a una Croacia que venció en su semifinal a Francia por 3-2 gracias a un Marin Cilic en estado de gracia.

Una volea de Mayer cerró una semifinal a la que no le faltó prácticamente de nada: un triunfo épico, el de Del Potro sobre Andy Murray, emoción hasta el último punto, una casi remontada del equipo local y defensor del título.

«Es muy lindo, es histórico, es merecido». Con esas siete palabras resumió el capitán argentino, Daniel Orsanic, el fin de semana. El estratega arriesgó al colocar a Del Potro en el primer punto ante Murray, alguno incluso se llevó las manos a la cabeza en Glasgow, pero al final su plan fue efectivo.

Del Potro acusó las cinco horas del viernes ante Murray y no pudo jugar ayer. «No estoy en condiciones de moverme. Estoy mal de la pierna, muy mal de la pierna izquierda. Desde el tercer set con Murray ya me traté y venía molestándome».

Estaba exhausto el exnúmero cuatro del mundo y campeón de US Open, pero estaba contento. «La final es súper importante. Va a ser mi tercera final, no hay muchos jugadores que logran eso. Y la primera con estos compañeros, son maravillosos», dijo un tenista que regresó este año al circuito tras casi dos años sin competir por una lesión en la muñeca izquierda.

Con Del Potro petrificado en el banco, Mayer, número 114 del mundo, salió al rescate de una Argentina que a punto estuvo de dejar escapar un 2-0 a favor por primera vez en su historia. Los sudamericanos ganaron los dos singles del viernes -Del Potro batió a Andy Murray y Guido Pella hizo lo propio con Kyle Edmund-, pero vieron a los locales igualar la semifinal. Los hermanos Andy y Jamie Murray se impusieron el sábado en el dobles y en el primer punto del domingo el menor de los Murray tumbó a Pella.

Todo quedó para el quinto duelo. Según el plan inicial, lo jugarían Del Potro y Edmund, pero el equipo argentino optó por Mayer ante los problemas físicos de su mejor hombre. Pero Argentina tenía un «as» en la manga y ése era Mayer.

No era un papel fácil el que le tocó jugar a Mayer en el Emirates Arena de Glasgow. Toda la presión de Argentina, un país que vive casi obsesionado con la Davis, estaba sobre sus hombros tras un fin de semana de intensas emociones: de la euforia del viernes a la incertidumbre por Del Potro.

Mayer, sin embargo, aceptó el pulso y no se dio por derrotado ni después de perder el primer set en una cancha que ebullía con los gritos de los hinchas británicos.

Mayer cerró el encuentro con una volea de derecha tras dos horas y 44 minutos de partido y el banquillo argentino explotó.

Argentina vuelve a una final. Será la quinta, la cuarta lejos de casa y ante una Croacia que cuenta con el todoterreno Cilic (undécimo del ranking) y la promesa del futuro Borna Coric (42) como primeras espadas.

Argentina se midió en tres ocasiones a Croacia y ganó las tres, en los cuartos de final de 2002, 2006 y 2012. En el último precedente, en el Parque Roca de Buenos Aires, los locales se impusieron por 4-1 con un Del Potro que ganó sus dos encuentros de singles.

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