Madrid
Agencia/dpa
Diego Costa se nacionalizó español, viajó al Mundial de Brasil 2014, no brilló y finalmente se quedó fuera de la Eurocopa de Francia 2016 por decisión técnica.
Pero ahora tiene una nueva oportunidad para sobresalir como delantero de la selección española de fútbol en la etapa de Julen Lopetegui al frente del equipo. Y la lesión que sufre Álvaro Morata le abre la puerta de la titularidad.
España debuta el lunes en León en la fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018 ante la débil Liechtenstein, que se erige como un rival idóneo para que Diego Costa recupere confianza con la camiseta roja liderando la vanguardia del ataque español.
El ariete hispano-brasileño volvió al césped con España en el encuentro amistoso del jueves ante Bélgica. Lo hizo en sustitución de Morata, que sufrió una contusión muscular a los 24 minutos.
A pesar de no marcar, Costa protagonizó un buen partido, provocando numerosos problemas a la defensa belga con su característico fútbol de choque y sin dar un balón por perdido. España se impuso por 0-2 con relativa comodidad.
«Muchas veces la lío, pero otras veces, con un poquito, montáis una tempestad», reprochó Costa a los periodistas al final del partido.
«Si fuera del Real Madrid o del Barcelona seguramente dirían que hice un buen partido, pero como no soy español natural, la gente siempre me critica la falta de gol», se lamentó el futbolista de la selección nacido en la localidad brasileña de Lagarto.
Sus compañeros apoyan el regreso de Diego Costa al equipo tal y como acreditan las palabras de Jordi Alba. «Estamos con él, es un jugador importante para nosotros que nos da mucho», manifestó el defensor de España y el Barcelona.
Goleador, agresivo y habitual «coleccionista» de amonestaciones arbitrales, la nacionalización en 2013 del brasileño Diego Costa, entonces ariete del Atlético de Madrid, siempre permaneció envuelta en la polémica entre la afición española.
Su volcánico carácter, su rendimiento con la camiseta de España -un gol en 11 partidos desde su debut el 5 de marzo de 2014 ante Italia- y su falta de adaptación al clásico fútbol de toque que practica la selección impulsaron su ausencia en la Eurocopa de Francia 2016.
El entonces seleccionador, Vicente del Bosque, prefirió convocar al ariete del Athletic de Bilbao Aritz Aduriz, el futbolista más veterano en debutar como titular con la selección con 35 años.
Diego Costa, la que fuera la gran apuesta personal de Del Bosque para que España defendiera su corona en el Mundial de Brasil 2014, caía en el olvido víctima de la estadística y su fútbol pendenciero jalonado de trifulcas en la Premier League y en la Liga.
Sin embargo, después de la decepcionante última Eurocopa de España -eliminada en octavos de final por Italia- el relevo en el banquillo español devuelve la esperanza a Costa de brillar con España.
«Diego nos ha convencido. Es un jugador con unas condiciones que pueden mezclar perfectamente con lo que estamos buscando», explicó el nuevo seleccionador, Lopetegui, al justificar la presencia del futbolista del Chelsea en su primera convocatoria.
El retorno de Costa a una lista de la selección española responde asimismo a la búsqueda del carácter del que adoleció el equipo en su último torneo, especialmente en el cruce ante Italia, superados en agresividad en todas las líneas por el combinado italiano.
«Mi carácter me lleva a ganar partidos», sostuvo siempre el ariete hispano-brasileño. «Si no fui a la última Eurocopa por eso, no vendré más a la selección porque no cambiaré mi forma de ser y de jugar», manifestó el martes tras un entrenamiento con «La Roja».
«La vitalidad que muestra en los partidos no puede ser mala para la selección», afirmó en su día el que fuera su valedor en el equipo, Vicente del Bosque. Lopetegui también parece ahora apostar por estos intangibles que sólo Costa es capaz de aportar al equipo.
Con el renovado respaldo de sus técnicos y compañeros en la selección llega la hora de Diego Costa con España.
