NUEVA YORK
AP
Rafael Nadal dice que ya no siente dolor en su muñeca izquierda, pero que todavía le falta para recuperar la confianza con su golpe más temido.
Novak Djokovic prefiere no hablar sobre sus molestias en la misma articulación.
En sus estrenos el lunes en el Abierto de Estados Unidos de tenis, los dos bicampeones del torneo le tomaron al pulso a sus muñecas.
Por la tarde, Nadal apuró el paso 6-1, 6-4, 6-2 al uzbeco Denis Istomin, un partido que el español resumió como «ni muy bueno, pero tampoco muy malo».
Con su muñeca cubierta por una venda, el cuarto cabeza de serie gestionó con solvencia su primer desafío. Catorce de sus 21 winners fueron con su forehand, que no pareció evidenciar los problemas que provocaron su retiro tras superar la segunda ronda del Abierto de Francia y le obligaron renunciar a Wimbledon.
Aunque salió airoso 6-3, 5-7, 6-2, 6-1 ante el polaco Jerzy Janowicz, el serbio Djokovic pasó apuros en su incursión nocturna en el estadio Arthur Ashe. El kinesiólogo tuvo que masajearle el brazo derecho cuando el duelo apenas despuntaba.
El saque del campeón vigente no fue fiable, por debajo de su habitual potencia. Suele oscilar entre los 120 y 115 millas por hora en el primer servicio, pero ante Janowicz disparó saques alrededor de las 100 mph.
En la antesala del US Open, Djokovic mencionó sus problemas con la muñeca, que le afectaron antes de los Juegos Olímpicos de Río, principios de mes. El número uno del mundo cayó ante el argentino Juan Martín Del Potro en la primera ronda en la cita olímpica, un revés que siguió a su derrota ante Sam Querrey en Wimbledon, que esfumó su intento por completar el Grand Slam en un año tras sus consagraciones en los Abiertos de Australia y Francia.
Los retos serán distintos al de enfrentar a Janowicz, un ex Top 20 que alcanzó las semifinales de Wimbledon en 2013 y que ahora figura 247 en el ranking por una serie de lesiones.
Los rivales de Nadal también le exigirán más de lo que hizo Istomin, 107 del ranking.
La primera jornada ofreció sorpresas y situaciones de dramatismo, además de exhibir el nuevo techo retráctil sobre la cancha principal.
Para la flamante campeona olímpica Mónica Puig, su primera experiencia con cartel de cabeza de serie en un Grand Slam acabó prematuramente. La puertorriqueña, 32da preclasificada, cayó 6-4, 6-2 ante la china Zheng Saisai.
la cancha Louis Armstrong, adyacente a la principal, la hispano-venezolana Garbiñe Muguruza sufrió con el calor, 35 grados centígrados (95 F), antes de exigirse tres sets para acceder a la segunda ronda. La campeona del último Roland Garros tuvo que recibir tratamiento de un kinesiólogo al quejarse de que no podía respirar tras perder el primer parcia ante Elise Mertens, una belga de 20 años que debutó en un Grand Slam tras superar la fase previa.