Reikiavik
DPA
Los fans islandeses dieron ayer un extasiado recibimiento a los nuevos héroes nacionales, los jugadores de la selección de futbol, que llegaron a cuartos de final de la Eurocopa contra todo pronóstico.
De nuevo decenas de miles de personas se reunieron ayer por la noche en la colina de Arnarhóll y en el centro de la capital, Reikiavik, para aclamar a los futbolistas.
Pese a la derrota por 5-2 ante Francia el domingo en París, los jugadores gozan ya de estatus de héroes en la isla vikinga.
El coseleccionador Lars Lagerbäck, que deja el equipo, se mostró entusiasmado con el recibimiento y aseguró en declaraciones a la televisión que en Francia intuían cómo estaba vibrando el país.
«Pero ver ahora a la gente celebrar del camino del aeropuerto al centro de la ciudad es sencillamente fantástico», señaló el sueco.
Con el sol cayendo, los jugadores del equipo revelación del torneo recibieron el aliento del público sobre un escenario montado en la colina de Arnarhóll.
Los futbolistas se unieron además al ya famoso grito de la hinchada local, la llamada a la batalla con el «huh, huh, huh».
