Annecy
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La sorprendente Selección de Islandia es un monstruo con dos cabezas pensantes, Lars Lagerbäck y Heimir Hallgrímsson, dos entrenadores que aportan a partes iguales tranquilidad y euforia en el mejor momento de la historia para el futbol de la isla.

Hallgrímsson, de 49 años y que combina su trabajo de odontólogo con el de entrenador, se mostró entusiasmado por la clasificación de Islandia a los cuartos de final de la Eurocopa, instancia en la que se medirá el sábado a Francia en el Stade de France.

«A partir de ahora cada obstáculo será visto más pequeño, esto cambia la mentalidad y la confianza de uno mismo. Es algo importantísimo para los jugadores», festejó tras el 2-1 sobre Inglaterra en octavos de final.

Al instante, Lagerbäck, 19 años mayor que su colega, echó el cuerpo para adelante en la misma sala de prensa y agarró el micrófono: «Siempre y cuando los jugadores mantengan los pies en el suelo»

Lagerbäck, sueco, y Hallgrímsson, islandés, son actualmente los dos seleccionadores de los «vikingos». El primero entrena al equipo desde 2011 y comparte desde 2015 el trabajo con el segundo, que quedará como único seleccionador al término de la Eurocopa.

Lagerbäck dirigió a Suecia a cinco grandes torneos y ayuda a Islandia, en palabras de Hallgrímsson, con esa personalidad «totalmente conservadora».

Hallgrímsson, por su parte, conoce el ADN del fútbol islandés mejor que su compañero y es un gran estudioso de tácticas. Siempre está analizando el fútbol viendo videos de partidos.

«Como nos comunicamos tan bien, no importa que pensemos y actuemos de manera diferente», explicó Hallgrímsson sobre el modelo de dos técnicos. «Al final siempre nos ponemos de acuerdo en lo más importante. Creo que nos compenetramos bien».

La idea surgió del propio Lagerbäck, que asumió las riendas de Islandia en 2011. Después de lograr una clasificación histórica a la Eurocopa, el sueco le propuso a Hallgrímsson compartir la dirección técnica del equipo.

Para Lagerbäck es una situación nueva, pues ya había trabajado con esa fórmula en la selección sueca con Tommy Söderberg.

La diferencia de carácter entre los dos entrenadores quedó patente cuando Islandia ganó a Inglaterra y se citó con Francia en los cuartos de final. Hallgrímsson mostró la misma euforia -«Ahora vamos por Francia», dijo al igual que todos los hinchas del país y Lagerbäck pidió calma.

Lagerbäck, además, se enfadó ayer con algunos de sus jugadores después de que llegaran con 20 minutos de retraso a la cena.

«Tienen que darse cuenta de que el trabajo no está terminado por haber ganado a Inglaterra. No fue algo cien por ciento profesional», criticó.

Después de la Eurocopa Lagerbäck dejará el cargo y Hallgrímsson quedará como único seleccionador islandés. «Heimir está hasta las narices de mí, no hay vuelta atrás», bromeó el sueco. «No sé si dejaré por completo el fútbol, pero mi tiempo en Islandia se acabó».

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