PARÍS
AP
En una transformación que ha tomado cinco años, Gales e Irlanda del Norte han pasado de disputar un partido frente a 529 espectadores a prepararse para un derbi británico en el Parc des Princes.
En lugar de un amistoso sin trascendencia, como lo fue ese compromiso en 2011, esta vez Gales e Irlanda del Norte se cruzan en los octavos de final de la Eurocopa, haciéndolo ante 45 mil aficionados.
Lejos de ser equipos del montón, estas dos pequeñas naciones británicas serán el centro de atención el sábado en la capital francesa. Un árbitro de la liga Premier dirigirá el partido: Martin Atkinson.
Intervenir en una fase de eliminación directa es territorio inhóspito para Gales e Irlanda del Norte, selecciones debutantes en la máxima competencia del fútbol europeo.
Aunque Gales sucumbió ante Inglaterra, el equipo de Chris Coleman se clasificó como primero del Grupo B.
«Fue una victoria moral para nosotros», dijo Bale. «En cierta medida te ganaste el derecho de presumir que quedaste primero y superar a los ingleses siempre es una satisfacción».
Irlanda del Norte será un oponente muy diferente con características distintas a Inglaterra, un equipo que arriesga poco y que se blinda atrás.
«Creo que son un equipo mucho más defensivo que el nuestro», apuntó Bale.
Los norirlandeses apenas encajaron dos goles en el Grupo C, y aseguraron la clasificación gracias a una solitaria victoria ante Ucrania para quedar como uno de los cuatro mejores terceros.
También cuentan con Michael McGovern, el arquero que se cansó de tapar goles en el partido ante Alemania
El ganador del partido se enfrentará en cuartos de final ya se con Hungría o Bélgica. En las semifinales podrían toparse con Suiza, Polonia, Croacia o Portugal.