Lens
DPA
Croacia y Portugal resolverán mañana en Lens un puesto en los cuartos de final de la Eurocopa de futbol para una cita cuyo vencedor saldrá del duelo con un innegable cartel de favorito para estar en la final de París.
Pocos esperaban este duelo en octavos. Croacia parecía predestinada a ser segundo del Grupo D, pero un gol a última hora de Ivan Perisic propició el triunfo 2-1 ante España, que se marchó a la parte difícil del cuadro como segunda.
Por su parte, Portugal fue tercera por detrás de Hungría e Islandia. Vivió una agonía para clasificarse, pero Cristiano Ronaldo apareció ante Hungría con dos goles decisivos en el 3-3 final. Esa posición en el Grupo F no es la que quería la selección de Fernando Santos, pero visto el desarrollo de las cosas hasta pareció un mal menor.
Portugal sumó tres empates en una fase de grupos en la que mostró graves carencias en la definición. Vive agarrada a Cristiano Ronaldo, decisivo cuando está inspirado y cuando no. Ante Croacia necesita a su estrella en plenitud, qué duda cabe.
El reparto de Croacia parece más coral. Tiene individualidades tan notables como Luka Modric, Ivan Rakitic, Mario Madnzukic o el propio Perisic, pero el grupo es su fuerza. Así lo demostró ante España. Jugó con cinco futbolistas nuevos y mostró su enorme potencial aún sin contar como Modric ni Mandzukic.
Precisamente, la selección balcánica vive pendiente de estos dos futbolistas, pero su seleccionador, Ante Cacic, es optimista. «Creo que van a estar bien», dijo tras su victoria ante España.
El seleccionador portugués, Fernando Santos, tiene a sus mejores jugadores a disposición y no parece que ante Croacia vaya a variar sustancialmente el equipo. Además, el técnico tiene un perfil conservador y no es amante de grandes cambios.
Lo único que desea es tener al Cristiano Ronaldo de Hungría. «Es un ganador y un anotador, él se alimenta de los goles», destacó Santos.
El estadio Bollaert Delelis de Tolouse será testigo de un enfrentamiento que se presenta muy atractivo por las características de las dos selecciones. La vencedora ya no podrá evitar arrastrar su papel de favorito para el resto del torneo.