Lyon/París
DPA
La selección portuguesa de futbol se jugará mañana ante Hungría todas sus opciones en la Eurocopa, en un partido al que llega con Cristiano Ronaldo muy expuesto a la crítica por su sequía goleadora.
El Grupo F está ardiendo y existe la posibilidad real de que Portugal abandone el torneo. Tras sumar sendos empates en los dos primeros partidos (1-1 ante Islandia y 0-0 ante Austria), los lusos necesitan el triunfo ante Hungría en el Stade de Lyon. Un empate lo dejaría en una situación muy difícil, a la espera de resolver un complicado futuro como tercero.
El panorama de Hungría es mucho más próspero y sus cuatro puntos le permiten respirar tranquilo y con el ánimo de aspirar legítimamente a acabar la fase de grupos incluso como líder. Una sorpresa, pero el pobre desempeño de Portugal y sus propios méritos así lo propusieron.
El conjunto de Fernando Santos se metió en un serio problema. Principalmente porque no sabe traducir sus ocasiones en goles. En el último partido ante Austria mereció más seguramente, pero hasta erró un penal en el tramo final.
Los analistas señalan directamente a Cristiano Ronaldo, autor del error en el lanzamiento de la pena máxima. La gran estrella de Portugal y el Real Madrid no marcó en todo el torneo, y eso está suponiendo un importante lastre para su combinado. También para él. Es la versión del Cristiano Ronaldo ansioso, incapaz de sostener sus emociones, con la merma que ello produce en su rendimiento.
Para su asalto a los octavos de final, Santos no debería presentar un equipo muy diferente al de los primeros partidos, aunque Raphäel Guerreiro y André Gomes no se entrenaron hoy con el equipo por molestias físicas.
Jugadores como Moutinho, Ricardo Quaresma, Nani o el propio Cristiano Ronaldo siguen siendo valores en activo, a pesar de que hasta el momento hayan cotizado a la baja.
Por su parte, es probable que Bernd Storck, el seleccionador de Hungría, adopte más precauciones que en los anteriores partidos y cambie su esquema habitual de tres delanteros para pasar a jugar con cinco centrocampistas, con Gera y Nagy en el «doble pivote», y un solo punta, Adam Szalai.
Las estadísticas alimentan las esperanzas de una Portugal que todavía no perdió un encuentro oficial ante una Hungría que acumuló siete derrotas y tres empates en los enfrentamientos entre ambas selecciones.
Según la revista «Forbes», Cristiano es el deportista mejor pagado del mundo con unos ingresos anuales alrededor de los 78 millones de euros. Los 23 jugadores de Hungría, que es con diferencia el equipo con menor valor de mercado según los cálculos del portal «transfermarkt.de», no llegan juntos a un cuarto de esa suma.
Pero Portugal sabe que ni la historia ni el dinero ganan partidos. Suele ser más práctico hacer goles.
