Oakland
DPA
Los Cleveland Cavaliers se proclamaron anoche por primera vez campeones de la NBA de baloncesto al imponerse a Golden State Warriors en Oakland por 93-89 en el séptimo y definitivo encuentro de la final.
El equipo liderado por Lebron James se convirtió además en el primero capaz de revertir un 3-1 en contra en la serie final de la mejor liga del mundo.
Los Warriors, que deslumbraron en la temporada regular de la mano de Stephen Curry, no pudieron rematar el trabajo con su segundo anillo consecutivo.
No obstante, Golden State hizo una campaña histórica al batir el récord de los Chicago Bulls de Michael Jordan ganando 73 de los 82 partidos antes de los «playoffs».
La victoria de los Cavaliers consagra a James como uno de los grandes en la historia de la NBA al cumplir la gesta que se propuso cuando dejó Miami Heat para volver a su ciudad de origen.
«Cleveland, esto es para ustedes», dijo la estrella de los Cavaliers. «Estoy deseando volver a casa», agregó.
James, ganador en Miami de dos anillos en 2012 y 2013, fue declarado jugador más valioso (MVP) de las finales, pero la canasta decisiva la anotó en realidad Kyrie Irving.
A falta de 53 segundos para el final, el base se elevó por encima de Curry y encestó un triple que enmudeció al Oracle Arena y al que los locales ya no pudieron reaccionar.
James aseguró luego la victoria con un tiro libre con el que completó su triple doble con 27 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias.
La contracara de la final fue el decepcionante Curry, que cometió errores en el tiro y perdió balones importantes en el último cuarto.
El MVP de la temporada regular, el primero en la historia en ser elegido de forma unánime, sufrió lesiones durante los «playoffs» que mermaron su rendimiento.
El base se quedó ayer en unos para él modestos 17 puntos, con un 4 de 14 en tiros de tres. El mejor de los locales fue Draymond Green con 32 tantos.
Por primera vez en las finales, Golden State y Cleveland jugaron un partido con el marcador ajustado durante los 48 minutos.
FIN A LA SEQUÍA
Terminó la sequía de 52 años sin un título deportivo que pesaba sobre la ciudad de Cleveland durante generaciones y que se hacía más dolorosa por una larga lista de situaciones en que distintos equipos se quedaron a un palmo de la gloria.
La última vez que un equipo de Cleveland había conseguido un título deportivo importante fue en 1964, cuando los Browns fueron campeones de la NFL.
Pero los Cavaliers consiguieron algo más. Son el primer equipo de la historia que ha ganado una final en la que estuvo abajo por 3-1.
Tras el partido, los aficionados llenaron «The Q» en Huron Road para una fiesta que podría durar días. Unos cuantos se subieron a un camión de bomberos, a un autocar y a árboles y farolas. La policía dijo que realizó varias detenciones e informó de un auto con los vidrios rotos, pero estos altercados no robaron protagonismo a la alegría desenfrenada — 52 años de fracasos liberados en una noche de catarsis.
Cleveland acogerá el miércoles un gran desfile para homenajear a los campeones, un acto que algunos llevan planeando toda su vida.
LEBRON, MVP POR TERCERA VEZ
Por votación unánime, James fue elegido el Más Valioso de la serie. El comisionado de la NBA, Adam Silver, le entregó el trofeo después de que los Cavaliers derrotaron anoche 93-89 a los Warriors de Golden State en el séptimo duelo de la serie.
«Para esto volví», exclamó James.
El astro se mostró rebasado por las emociones cuando sonó el timbrazo que puso fin al encuentro. Es el Jugador Más Valioso de una final de la NBA por tercera ocasión, tras obtener el reconocimiento en 2012 y 2013, cuando era integrante del Heat de Miami.
«Estoy contento por ser parte de la historia», expresó James. «Estoy en casa… estoy en casa… No tengo palabras. Esto es increíble».
James se convirtió apenas en el tercer jugador en lograr un «triple doble» en el séptimo partido de una final. Se unió así a Jerry West, quien lo consiguió en 1969, y a James Worthy, quien tuvo cifras de dos dígitos en tres rubros estadísticos durante el duelo decisivo en 1988.
Ahora, James ostenta una foja de 4-2 en los séptimos partidos de series de postemporada. En la final, su récord es de 2-0 en esos encuentros decisivos.