Viena/Düsseldorf
DPA

La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) y sobre todo su presidente Sebastian Coe se enfrentarán mañana tal vez a una decisión histórica: excluir o no a Rusia de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro por sus sistemáticos escándalos de doping.

Coe y los 26 miembros del Consejo deberán decidir en el Grand Hotel de Viena si mantienen o levantan la suspensión que rige para la potencia deportiva desde el 13 de noviembre de 2015. Para ello deben basarse en el informe elaborado por el grupo de trabajo de la IAAF.

El grupo, presidido por el noruego Rune Andersen, evaluó y verificó las medidas que ha tomado la federación rusa para lograr un cambio en el atletismo del país.

«Tengo plena confianza en Rune Andersen», dijo Coe al diario inglés «Daily Mail». «Y estamos seguros: si Rusia no cumple con los criterios no estará en Río», aseguró.

La federación rusa fue suspendida en noviembre después de que una comisión independiente de la Agencia Mundial Antidoping (AMA) presentara un informe explosivo de 323 páginas sobre el doping sistemático en el atletismo del país.

Por ese motivo, la IAAF estableció varias condiciones antes de permitir el regreso como miembro de Rusia, requisito previo para que los atletas rusos puedan competir en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en agosto.

A menos de un día para que sea tomada la decisión, la AMA publicó nuevamente un informe con críticas fuertes. Entre otras cosas, denunció, los agentes antidoping fueron obstaculizados e intimidados por los atletas y autoridades rusas parar llevar adelante sus labores.

Además, los atletas dieron informaciones falsas sobre su lugar de localización e intentaron evadir pruebas de doping.

El escándalo se desató en diciembre de 2014, cuando la televisión pública alemana ARD emitió un documental -«Dossier secreto doping: cómo fabrica Rusia a sus ganadores»- denunciando al deporte ruso de doping sistemático.

La AMA encargó entonces una investigación sobre el asunto a una comisión independiente y el resultado, que fue publicado en noviembre de 2015, fue una acusación al Estado ruso de crear un sistema de doping y de encubrir los controles positivos.

En tanto, el Gobierno ruso y sobre todo el ministro de Deportes, Vitaly Mutko, afirman haber «hecho todo para que se levante la suspensión» y así evitar la exclusión en los Juegos Olímpicos.

Así, se aceptó que los británicos se hicieran cargo de los test antidoping de los atletas rusos y que el experto Peter Nicholson, por encargo de la AMA, inspeccione la reconstrucción del sistema de controles en el país.

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