France's Antoine Griezmann, center, celebrates after scoring the opening goal during the Euro 2016 Group A soccer match between France and Albania at the Velodrome stadium in Marseille, France, Wednesday, June 15, 2016. (AP Photo/Thanassis Stavrakis)

Marsella
DPA

La selección francesa se clasificó hoy a los octavos de final de su Eurocopa con sufrimiento y agonía al vencer 2-0 a Albania en el Velodrome de Marsella con dos goles en los últimos instantes de partido.

Antoine Griezmann, que empezó el partido en el banquillo, respondió a los críticos abriendo el marcador en el 90′. Con Albania en busca del empate, Dimitri Payet puso el tanteo definitivo en el 95′ y evitó problemas mayores a una selección francesa que volvió a sufrir ante un rival aparentemente menor.

En su debut, los galos derrotaron 2-1 a Rumania con otro tanto salvador de Payet en los últimos minutos. Hoy la agonía se estiró un poco más, pues no fue hasta el 90′ cuando Griezmann calmó la ansiedad del país anfitrión con un cabezazo.

Después de dos jornadas en el Grupo A, Francia lidera la clasificación con seis puntos, seguida con cuatro por una Suiza que empató antes 1-1 ante Rumania. Albania, que por momentos sonrojó a Francia en Marsella, es última con cero puntos, mientras que los rumanos son terceros con una unidad.

Tal y como se especuló en la previa, el seleccionador francés, Didier Deschamps, dejó en el banquillo de inicio a los dos mejores hombres, las dos estrellas «bleu», Griezmann y Paul Pogba. ¿Toque de atención tras su pobre actuación en el debut o descanso?

Sea la que fuere la razón de Deschamps, lo cierto es que a Francia le faltó mucha pegada en el Velodrome de Marsella, donde antes del pitido inicial se dedicó un minuto de aplausos en honor a los dos policías asesinados en París por un militante del Estado Islámico.

En lugar de Pogba y Griezmann jugaron Kingsley Coman y Anthony Martial, dos jugadores eléctricos pero no tan determinantes como los primeros.

Francia arrancó el duelo avisando con un remate de Olivier Giroud que se fue desviado por poco. Fue en la cabeza del fornido delantero donde estuvieron las mejores ocasiones. Incapaz de llegar tocando la pelota, Francia intenó hacer daño con balones aéreos.

«Les Bleus» fueron los dueños de la pelota en los primeros compases del partido, pero no lograron crear peligro en el área de Albania. Aunque es una debutante en el torneo, la selección de Gianni de Biasi ya demostró en su debut, cuando perdió 1-0 con Suiza a pesar de jugar una hora con un hombre menos, que sabe y le gusta sufrir.

Hoy, sin embargo, no fue tanto sufrimiento. Francia se fue al descanso sin haber probado al portero rival y fueron de Albania las ocasiones más claras: un centro del lateral Elseid Hysaj al que no llegó por centímetros el delantero Armando Sadiku; un córner raso que llegó a las botas de Emir Lenjani, el carrilero de la banda izquierda; y una falta directa sacada por Ledian Memushaj.

Pogba, el hombre al que apuntan los focos en Francia, salió tras el descanso por Martial en un intento de Deschamps por hacer reaccionar a la selección. Y en el primer minuto Coman remató un centro que se marchó pegado al poste.

Pero Francia siguó jugando con fuego y Albania casi abre el marcador después de que un rebote entre Bacary Sagna y Memushaj lo frenara el poste, con el portero francés Hugo Lloris ya vencido.

Pogba tuvo en su botas el gol un minuto después. Payet, jugador incombustible que tan pronto aparece por la izquierda como por la derecha, vio a Pogba llegando solo al segundo palo y le puso un centro preciso. El jugador de la Juventus enganchó la pelota según bajaba y ésta se fue rozando el larguero. Más abierta no podía comenzar la segunda mitad.

Francia empezó a volcarse en el área rival según pasaban los minutos, pero era incapaz de ver arco. De hecho, su primer tiro entre los tres palos no fue hasta el propio gol de Griezmann.

Como la entrada de Pogba no mejoró la cara de «les Bleus», Deschamps dio entrada a Griezmann en el minuto 68. Sin que el delantero del Atlético de Madrid hubiese entrado aún en contacto con la pelota, Giroud envió un testarazo a la cepa del poste.

Con veinte minutos para el final, la selección albanesa ya defendía con sus 11 hombres en su campo y Francia se volcó.

Cuando el partido moría, Griezmann encendió la llama en el Velodrome con un cabezazo marca de la casa desde el área pequeña. Lo celebró con rabia el delantero atlético, después de su pobre debut ante Rumanía.

Y cuando el Velodrome era ya una fiesta, Payet deleitó a todos con otro lujo. Si ante Rumania se inventó un disparo lejano que entró por la escuadra, hoy se zafó de un rival en el vértice del área para colocar la pelota en el fondo de la redes.

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