Saint-Martin-de-Ré
DPA

Mientras la Federación Española de Futbol decidió apostar por el silencio absoluto, jugadores y técnicos de la selección mostraron su apoyo público al arquero David de Gea y abogaron por la «armonía» del grupo para intentar mitigar los imprevisibles efectos del conflicto.

El «caso De Gea» le estalló a la selección española en plena preparación de su debut en la Eurocopa, que será el lunes ante la República Checa en Toulouse. No todos los días aparece el nombre de un jugador en una investigación sobre delitos sexuales. Pero es lo que ocurrió el viernes y no se habla de otra cosa en la concentración en Saint-Martin-de-Ré, muy a pesar de los futbolistas.

La táctica de la Federación fue la previsible y, como otras veces, se autoimpuso la «ley del silencio» para abordar el conflictivo asunto. No hubo ni un comunicado, ni una sola declaración pública de un dirigente o enlace con la prensa, y todo lo que dijo un portavoz fue que «este asunto ya está muerto para la Federación».

Como casi siempre, fue el seleccionador, Vicente del Bosque, el encargado de ejercer a lo más parecido que pueda haber a un portavoz dentro del organigrama de la federación.

«No tengo por qué dudar de él (De Gea). Ha sido él quien ha querido hablar con nosotros. Teníamos reunión todos juntos. Nos ha dicho más o menos lo que ha contado en la rueda de prensa, le he visto tranquilo y muy calmado, bastante creíble. Le hemos dado nuestro apoyo. No le he visto dudar», afirmó el seleccionador en la noche del viernes en entrevistas para la Cadena Cope y «Televisión Española».

La mujer asegura que fue obligada en 2012 a mantener relaciones sexuales en la habitación de un lujoso hotel de Madrid con Muniaín y otro futbolista aún sin identificar. Según su versión, el encuentro sexual habría sido arreglado por el investigado «Torbe» a petición de De Gea, que no participó.

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