Brazil's Philippe Coutinho (22) celebrates after scoring a goal against Haiti during the first half of a Copa America group B soccer match Wednesday, June 8, 2016, in Orlando, Fla. (AP Photo/John Raoux)

Orlando
DPA

Seca en su estreno en la Copa América Centenario de Estados Unidos, la selección brasileña se reconcilió hoy con su desencantada hinchada con una humillante goleada 7-1 ante la débil Haití, que la dejó un paso más cerca de la siguiente ronda.

En el segundo encuentro por el Grupo B y con un «hat-trick» de Philippe Coutinho (13′, 28′ y 90′) en el Camping World de Orlando, Brasil se dio casi un entrenamiento con «sparring» ante la sobrepasada Haití que, sin embargo, celebró como triunfo el histórico tanto de James Marcelin (69′), después de que el bigoleador Renato Augusto (34′ y 85′), Gabriel (58′) y Lucas Lima (67′) completaran la goleada.

Debutantes en la Copa América, los «Grenadiers» nunca habían marcado un gol a su admirada Brasil en los dos amistosos que en su historia habían disputado con los pentacampeones mundiales.

De modo que su primera conquista ante la todopoderosa Brasil, un remate cruzado de Marcelin luego de un despeje de Alisson ante un tiro de Max Hilaire, fue todo un premio para la entusiasta hinchada haitiana que, si bien no superó en número a la brasileña, sí lo hizo en alegría y animación.

Descontentos con el 0-0 que Brasil firmó ante Ecuador en el primer encuentro de la Centenario y antes de que comenzara su fiesta goleadora, los brasileños se dejaron oír casi más para lamentar los errores de los dirigidos por Carlos Dunga, al que dedicaron una sonora pitada cuando la megafonía cantó su nombre, que para animar.

Sucedió que, no había pasado ni un cuarto de hora de partido, cuando Coutinho materializó el apabullante dominio brasileño con su primer tanto y acalló las protestas de sus seguidores.

En una buena jugada individual, el mediocampista del Liverpool, que ya había provocado una falta en el borde del área haitiana nada más comenzar el partido, se zafó de todos los defensores que le salieron al paso y batió a Johny Placide con un potente disparo desde el borde del área.

En cuanto la bola entró pegada al palo izquierdo del arquero de Haití, el amarillo y el verde se impusieron el Camping World de Orlando con una celebración unánime.

Fue el inicio de la fiesta de Brasil que, absoluto dominador del encuentro ante los impotentes «Grenadiers», enlazó una ocasión tras otra hasta que los goles fueron cayendo como una gota malaya.

Lanzados por Daniel Alves desde la banda derecha, los dirigidos por Dunga pusieron constantemente a prueba a los zagueros haitianos, que tuvieron tremendos problemas para amarrar a Coutinho y a William, los dos hombres más activos de la ofensiva «canarinha».

El mediocampista del Liverpool, de hecho, firmó el segundo gol brasileño antes de la media hora en una jugada que inició Alves por el costado derecho, prosiguió Jonas desde el piso dentro del área y remató Coutinho, solo, en la línea de gol. Demasiado fácil para la selección brasileña que no tuvo piedad de los «Grenadiers» y siguió aumentando su cuenta.

Y si al descanso Brasil sólo contó tres tantos en su marcador fue porque, antes y después de que Renato Augusto conectara un perfecto cabezazo a la escuadra de Placide, luego de un lejano y perfecto centro de nuevo de Alves, los pupilos de Dunga desperdiciaron otro par de claras ocasiones para firmar la «manita» antes de la pausa.

Los dirigidos por Patrice Neveu, entre tanto, se dedicaron a defenderse como pudieron, bastante ordenados eso sí, y a tirar la contra cuando pudieron, que fue en un par de ocasiones.

Ninguna de ellas inquietó a Allisson, que atrapó el primer tiro haitiano entre sus tres palos en el minuto 40.

Nada cambió a la vuelta de la pausa, pues Brasil siguió dominando el juego de principio a fin, con un mediocampo bien organizado y un Alves que se acercó mucho a su mejor versión en el Barcelona.

El lateral ya ex azulgrana no se cansó de servir balones desde su banda y, luego de que Gabriel marcara el cuarto de la tarde con un zurdazo desde dentro del área, envió otro medido centro para que Lucas Lima firmara la «manita» con un perfecto cabezazo.

La fiesta continuó con el histórico gol de Haití y otros dos tantos de los brasileños que, necesitados como estaban de una goleada reparadora para alimentar su confianza y acallar las críticas, no evitaron la humillación a los humildes «Grenadiers».

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