Berlín/Turín
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El italiano Vincenzo Nibali conquistó ayer su segundo Giro de Italia de ciclismo después de su gran golpe del sábado, cuando dejó la carrera vista para sentencia con un espectacular ataque en Los Alpes.

La última etapa, celebrada ayer en Turín, la ganó al sprint el alemán Nikias Arndt después de que el italiano Giacomo Nizzolo fuera descalificado por taponar a un rival. Minutos después, Nibali cruzó la meta con la «maglia rosa» y los brazos en alto bajo la lluvia.

Segundo en la general a 52 segundos fue el colombiano Esteban Chaves, que perdió el sábado el maillot de líder ante la arrancada de Nibali y ayer sufrió una caída sin mayores consecuencias. El español Alejandro Valverde acabó tercero, a 1:17 minutos del campeón.

«El regreso del tiburón», escribió la organización del Giro en Twitter justo luego de que Nibali, de 31 años, ganara su segunda ronda italiana, tres años después de la primera.

Es, además, el cuarto triunfo de Nibali en las tres grandes vueltas del ciclismo, pues ya ganó el Tour de France en 2014 y la Vuelta a España en 2010. Un selecto club que tiene seis integrantes.

«Fue un Giro muy difícil, estoy muy feliz por haberlo ganado», dijo el ciclista del equipo Astana en la línea de meta de Turín después de 3.463 kilómetros de carrera y más de 86 horas de trabajo repartidos en 21 etapas.

El viernes, el siciliano marchaba a 4:43 minutos del entonces líder, el holandés Steven Kruijswijk, quien terminó cediendo su casi segura victoria tras una caída.

Pero Nibali se guardó energías y lo aprovechó en la jornada alpina del sábado, cuando lanzó un ataque a 15 kilómetros de meta para arrebatar el maillot a un Chaves desfondado. La espectacularidad de su remontada fue comparada ayer en Italia con lo hecho por el mítico ciclista local Fausto Coppi en el Giro de 1953.

El «top ten» de la clasificación general de la 99 edición del Giro acabó con un marcado acento latino. Además del podio de Chaves y Valverde, los colombianos Rigoberto Urán y Darwin Atapuma finalizaron séptimo y noveno y el costarricense Andrey Amador terminó octavo.

La victoria supone un nuevo impulso en la carrera de Nibali tras algunas frustraciones en los últimos tiempos. El italiano, que en la Vuelta del año pasado fue descalificado por agarrarse a un coche en una subida, no continuará con el equipo Astana, que en el Tour tendrá como capitán a su compatriota Fabio Aru.

Con el triunfo en el Giro, sin embargo, el «Tiburón» podrá ir en busca de nuevos desafíos -posiblemente un lucrativo equipo de Bahréin- con los dientes otra vez afilados.

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