Por Noelia Román
Barcelona/Madrid
Agencia/dpa
Con un título ya cada uno en su poder, Barcelona y Sevilla buscarán mañana en Madrid en la final de la Copa del Rey española redondear sus ya muy buenas temporadas con un segundo trofeo que supondría un «doblete» importantísimo para ambos equipos.
Para el Sevilla, porque, tras conquistar el miércoles su tercera Liga Europa consecutiva, un hito nunca logrado por ningún otro club, aspira a seguir haciendo historia con un doblete inédito para el equipo.
Para el Barcelona, luego de revalidar su título de campeón de la Liga española y de no haber podido hacer lo propio con la Liga de Campeones, pretende agrandar su hegemonía en el futbol español con el que sería el séptimo doblete de su historia, el segundo consecutivo.
«¿En qué somos favoritos? En ilusión. ¿Por qué? Porque nosotros tenemos este momento pocas veces. ¿Cuántas veces ha sido el Barcelona campeón de Copa? Muchas. Nosotros, no. Para nosotros jugar mañana la final es un regalo y lo vamos a vivir con una felicidad tremenda», afirmó hoy Unai Emery, entrenador del Sevilla.
Los andaluces, no obstante, acumulan ya cinco trofeos de Copa en sus vitrinas, dos de ellos logrados en la última década, la de mayor éxito de un Sevilla que se convirtió en el gran dominador de la Liga Europa y en un habitual en las últimas instancias del torneo copero.
«Como nosotros, el Sevilla está acostumbrado a jugar finales y ellos son especialistas en dar la vuelta al marcador; habrá partido hasta el final se adelante quien se adelante», señaló hoy Luis Enrique, entrenador del Barcelona, «optimista» y convencido de que su equipo saldrá de nuevo campeón.
A su mando, los azulgrana no pudieron reeditar todos los éxitos de la primera temporada, que concluyeron con el segundo «triplete» de la historia del club. Pero, tras conquistar la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes en el inicio de campaña, y la Liga el pasado sábado, ahora pretenden prolongar su buen tramo final en la competición doméstica con su vigésimo octava Copa.
«Cuando ganas la Liga, es imposible que sea una mala temporada, es buena siempre», sentenció hoy Andrés Iniesta, capitán del Barcelona.
«Luego, tienes los otros títulos que te hacen llegar más o menos alto. Y nosotros vamos a intentar ganar la Copa para terminar la temporada aún mejor», prosiguió.
Aunque Barcelona y Sevilla nunca se enfrentaron en una final de Copa, ambos equipos saben lo que les espera mañana. En circunstancias muy diferentes, catalanes y andaluces protagonizaron una muy emotiva final de la Supercopa de Europa a inicios de temporada. Entonces, el Barcelona tuvo que ganarse el título en la prórroga después de que el Sevilla volteara un 4-1.
Los dirigidos por Luis Enrique, que apenas estaban rodados en aquella cita, cayeron luego en el duelo de Liga en el estadio Sánchez Pizjuán y se impusieron en el Camp Nou.
«El Sevilla es un equipo que nos complica las cosas, que tiene muchas variantes, que sabe a lo que juega y que tiene muy buenos jugadores, que saben lo que tienen que hacer», afirmó Iniesta.
«Me espero una final dura en el sentido del futbol. Tendremos que hacer un partido completo para llevarnos este título», prosiguió el mediocampista español del Barcelona.
Después de superar el bache que atravesaron entre marzo y abril, que puso en riesgo la Liga y significó la eliminación de la Champions, los azulgrana se recuperaron ganando las cinco últimas fechas del torneo local con 24 goles a favor y ninguno en contra, registros que los hacen ser optimistas.
No más que el Sevilla, que tiene la moral por las nubes luego de compensar su discreta temporada en la Liga -concluyó séptimo y no ganó ningún duelo como visitante- con su quinta Liga Europa, que conquistó el miércoles ante el Liverpool en Basilea tras voltear el gol inicial de los ingleses e imponerse por 3-1.
Sólo cuatro días de descanso pueden ser escasos para un Sevilla que no podrá contar con los sancionados Timothée Kolodziejczak y Steven N’Zonzi, además de sus ya lesionados Benoit Tremoulinas y Michael Krohn-Dehli, y que probablemente repetirá el once de Suiza.
«Yo veo al Sevilla todavía más peligroso de lo que era, más allá del desgaste que pudo tener, porque ya ganaron un título y tendrán más motivación para otro», avisó Iniesta.
Luis Enrique, por su parte, dispondrá de todos sus jugadores, después de que el chileno Claudio Bravo recibiera el alta médica el viernes. En la Copa, no obstante, el técnico español siempre optó por el germano Marc-André Ter Stegen bajo el arco.
Superada la polémica por las «esteladas», la bandera independentista catalana que finalmente podrá entrar al Vicente Calderón, y con el uruguayo Luis Suárez en plena racha goleadora, los azulgrana confían en que su afamado tridente vuelva a mostrar su poder en la última función de la temporada.
«Como nosotros, el Sevilla está acostumbrado a jugar finales y ellos son especialistas en dar la vuelta al marcador; habrá partido hasta el final se adelante quien se adelante.»
Luis Enrique, entrenador del Barcelona«¿En qué somos favoritos? En ilusión. ¿Por qué? Porque nosotros tenemos este momento pocas veces. »
Unai Emery, entrenador del Sevilla.