La Habana
DPA
Los Tampa Bay Rays de Estados Unidos batieron AYER a la selección nacional de Cuba en un histórico partido celebrado en La Habana en el marco de la visita a la isla del presidente norteamericano, Barack Obama.
El equipo de Grandes Ligas se impuso por 4-1 a los peloteros cubanos en el Estadio Latinoamericano de La Habana, en un partido amistoso que cerró de forma simbólica la visita de Obama y celebró la reconciliación política de ambos países.
Unas 42 mil personas asistieron al «Coloso del Cerro», según la agencia cubana Prensa Latina. El partido fue el primero que jugaba un club de Grandes Ligas en la isla después de un juego similar que disputaron los Orioles de Baltimore en La Habana en marzo de 1999.
Los estadounidenses ganaron también ese partido, aunque la escuadra nacional cubana se cobró entonces la revancha dos meses después al devolver la visita en Baltimore.
Gran parte del interés para el partido de los Tampa Bay Rays y el seleccionado cubano se trasladó a las gradas. Obama llegó al estadio acompañado por su homólogo Raúl Castro. Con ellos estaba también la primera dama estadounidense, Michelle Obama, y las hijas de la pareja, Sasha y Malia.
Obama entró al estadio con una gafas de sol después de que por la megafonía sonaran la Bayamesa, el himno nacional cubano, y el «Star-Spangled Banner» estadounidense. Raúl Castro y Obama fueron ovacionados por el público en el «Latino», remozado en las últimas semanas especialmente para la ocasión.
El béisbol es un deporte que levanta pasiones en ambos países. «Compartimos una afición común, ‘la pelota'», dijo hoy Obama en un discurso en La Habana, usando la expresión que usan coloquialmente los cubanos para denominar a su deporte nacional.
Muchos observadores hablaron de antemano de una «diplomacia del béisbol» en alusión al acercamiento político iniciado por Estados Unidos y la China comunista en los años 70 a través de partidos de ping-pong entre equipos de ambos países.
«No hay un terreno probablemente más atractivo para la normalización (de relaciones) que el béisbol», dijo a dpa el lunes el analista cubano Carlos Alzugaray. El ex diplomático cubano cree asimismo que el deshielo diplomático entre ambos países podría tener también muy pronto frutos en el mismo terreno de «la pelota».
Muchos beisbolistas cubanos desertan desde hace años de Cuba para intentar firmar contratos millonarios como profesionales en Grandes Ligas. Cuba desterró el profesionalismo tras la revolución de 1959 y se ha convertido en una potencia deportiva en el continente americano en base a la práctica amateur.
Un posible próximo acuerdo entre la Major League Baseball y la Federación Cubana de Béisbol podría permitir que los peloteros cubanos fichen legalmente por clubes estadounidenses, creen observadores.