Zúrich
DPA

Ni la inhabilitación de seis años por corrupción, ni los esfuerzos de los candidatos hablando de pasar página consiguieron borrar el recuerdo de Joseph Blatter, cuya sombra sobrevoló hoy el Congreso extraordinario de la FIFA el día en que se elegió a su sucesor.

Según fuentes cercanas al expresidente, el omnipresente Blatter siguió con gran interés el congreso en el que numerosos miembros dejaron claro que el suizo continúa estando muy presente en el ente rector del futbol mundial.

«Me atrevo a decir que el señor Blatter ganaría otra vez si se presentara», aseguró el jefe del futbol inglés, Greg Dyke, una declaración que no es precisamente alentadora.

Numerosos países en vías de desarrollo futbolístico que recibieron grandes cantidades de dinero para desarrollar proyectos aún mantienen el culto casi mitológico a Blatter.

«Debería ser el presidente. Su mandato aún no ha terminado», afirmó el jefe de la Federación de Futbol de Zimbabue, Phillip Chiyangwa.

Blatter, de 79 años, siempre se jactó de que cuatro de los cinco candidatos iniciales habían entablado contacto con él antes del congreso. Y numerosas federaciones se preguntaron a quién debían darle su voto, ya que, tanto una parte del programa de Gianni Infantino como otra del programa de Salman bin Ibrahim al Jalifa parecen sacadas de un manual de los mandatos de Blatter.

Aunque no quiso aconsejar la votación a un candidato concreto, defendió al jeque Al Jalifa de las acusaciones vertidas contra él por organizaciones de derechos humanos.

Cuando el expresidente no pudo acudir a su amada gala del Balón de Oro en enero por la sanción de, finalmente, seis años de inhabilitación, su hija lo invitó a buscar distracciones en Berna.

Sin embargo, el Congreso lo siguió desde Zúrich, ciudad donde conserva la tradición de ir a comer a un restaurante situado a apenas dos kilómetros de la sede central de la FIFA.

A pesar de la cercanía, Blatter descartó, al menos de forma oficial, un regreso al mundo del futbol. «Suficiente es suficiente», reconoció el exmandatario en una entrevista que publicó el jueves «The New York Times». «Siempre seré un presidente».

La reducción de la sanción de ocho años a solo seis por parte del comité de apelación de la FIFA le podría permitir, al menos teóricamente, tener un papel activo durante el Mundial 2022 en Qatar.

«Esta sanción de seis, ocho o 20 años no será mantenida por el tribunal», afirmó Blatter. «En el juicio se excluye el soborno y la corrupción. ¿Qué queda entonces si no hay soborno ni corrupción? No tiene sentido».

Esta declaración está hecha como si los artículos 13 (normas de comportamiento general), 15 (lealtad), 19 (conflicto de intereses) y 20 (oferta y aceptación de regalos y otros beneficios) del código de ética de la FIFA no existiesen.

El desencadenante de su sanción es la acusación de incumplimiento de estos códigos por un dudoso pago de dos millones de francos suizos a Michel Platini, presidente de la UEFA e inhabilitado también por el mismo periodo.

Hasta la presentación de los candidatos a presidir el organismo, Blatter solo fue mencionado en una ocasión en el estrado del congreso. «El señor Sepp Blatter ha renunciado a su cargo como presidente», afirmó su sustituto en funciones Issa Hayatou, argumentando los motivos de la celebración del congreso.

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