Por Redacción Deportes
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Enrique Brol encuentra en su padre su mejor inspiración en la ruta de preparación hacia los Juegos Olímpicos de Rio 2016, en la que contará con el apoyo del Comité Olímpico Guatemalteco.

Brol logró la clasificación a Río en la prueba de foso junto a su hermano Hebert (el menor Jean Pierre fue a Londres 2012), el tirador de 38 años empuña su escopeta Perazzi MS 2005 con la misma ilusión con la que comenzó esta aventura en la disciplina de tiro con armas de caza en 1989.

«Con mi papá competí en varias Copas del Mundo, en Juegos del Ciclo Olímpico. Siempre lo admiramos y nos inspiraba verlo trascender. Sé que mi padre también nos quería ver triunfar. Su memoria la cuidaremos ya que si no fuera por él no existiera el linaje Brol en el tiro. Espero que mis hijos tomen esa misma pasión», relata.

Brol dispuso a contar sobre los detalles de la preparación que lo llevará a Puerto Rico para un campamento de entrenamiento acompañado de 11 compañeros de equipo. Su temporada oficial arranca en la Copa del Mundo de escopeta en Nicosia, Chipre, del 17 al 25 de marzo.

«Estoy con muchas ganas, dedicándome día a día. Los Juegos Olímpicos es una de las cosas que respiro y llevo dentro de mi corazón», manifiesta el tirador ubicado en el puesto 13 del ranquin de la ISSF.

El entrenador Pedro Zayas y el psicólogo Jorge López, ambos de nacionalidad cubana, son el soporte diario con el que cuentan los hermanos Brol.

«Yo hago el esfuerzo de concentrarme lo mejor que pueda. Pedro me corrige mis errores y me da confianza y seguridad. Como equipo intentamos que no se nos escape ningún detalle» añade.

Para elevar el nivel de dificultad, en la práctica utilizan distractores como una cinta de colores en el extremo del arma o bien música con auriculares durante la tanda de disparos (en promedio se completan los 150 tiros, que equivale a 6 cajas de cartuchos diarios).

El control de la ansiedad y los nervios también se vuelve fundamental en un deporte como el tiro, por ello Enrique cuenta como la preparación física también es parte de su rutina: «Hago trabajo de resistencia física y mejora del rendimiento en un gimnasio especializado. El ejercicio mejora la condición del corazón y controla la frecuencia cardíaca. En plena concentración, mis pulsaciones llegan a 60 por minuto (de acuerdo a los test que se realizan al menos dos veces por semana)», explica.

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