Fráncfort
Agencia dpa
La alemana Angelique Kerber aterrizó hoy en Fráncfort, menos de 48 horas después de ganar el Abierto de tenis de Australia y de festejar a lo grande su primer título de Grand Slam.
Tras un largo vuelo desde Melbourne vía Bangkok hasta Alemania, la tenista de 28 años quiere continuar, tras una breve parada, directamente hasta Polonia para visitar a su familia. Allí quiere recuperarse un poco ante de la próxima cita oficial el miércoles en Leipzig, donde el equipo de la Copa Fed jugará el fin de semana ante Suiza.
«Tengo la sensación de haber dormido 25 horas», indicó Kerber en el aeropuerto de Fráncfort. «En el avión hubo un montón de aplausos. También un montón de fotos. Tengo la sensación de que todos me conocen», indicó. «Ha cambiado tanto con esta victoria», agregó.
Kerber se convirtió el sábado en la primera alemana en ganar un grande desde Steffi Graf en el Roland Garros de 1999. «Me alegro mucho de que tras Steffi Graf vuelva a haber un boom en el tenis y que toda Alemania se sentara delante del televisor. Estoy contenta por lo viene», afirmó ante los cerca de 30 periodistas y un puñado de fans que la esperaban en Fráncfort a las 06:00 de la mañana.
«Todo el revuelo es bonito y lo disfruto», indicó. «Siempre soñé con el titular ‘Kerber gana un Grand Slam’. Ya no tengo que probar nada a nadie», explicó.
La joven alemana con raíces polacas no piensa aún en los siguientes torneos y quiere esperar a que pase el encuentro de la Copa Fed. Sin embargo, tiene un objetivo para este año más allá del circuito alemán: «Me encantaría jugar en los Juegos Olímpicos. Nunca he estado en unos y sueño con ello. Espero poder cumplirlo este año», declaró con la mirada puesta en la gran cita en Rio de Janeiro en agosto.
