Los Ángeles
Agencia dpa
Los Golden State Warriors humillaron a los Cavaliers con una contundente victoria 132-98 en la repetición de la última final de la NBA, que contó con la exhibición de un Stephen Curry que logró 35 puntos y siete triples.
Los actuales campeones de la NBA consiguieron la redención anoche en la noche del lunes después de sumar dos derrotas consecutivas, ante Detroit Pistons y Philadelphia 76ers, por primera vez en la temporada.
Además, lo hicieron de manera imponente ante uno de los favoritos para ganar el anillo de campeón y en una cancha donde los Cavaliers sólo habían sumado una derrota en los 16 partidos precedentes jugados como local.
Los Warriors regresaron a Cleveland por primera vez desde que en junio conquistaron el título y nadie tuvo dudas de quién volvió a ser el mejor.
«Este es un buen mensaje para nosotros mismos. Si jugamos como se supone que debemos hacerlo, somos difíciles de ganar», resumió Curry.
Todos los jugadores de los Warriors actuaron a un nivel imponente y el suplente Andre Iguodala consiguió 20 puntos, su mejor marca de la temporada, mientras que Draymond Green aportó 16 tantos y 10 rebotes.
Fue el segundo triunfo de los Warriors sobre los Cavaliers en esta temporada después del 89-83 conseguido el día de Navidad. Lo que ocurre es que en el partido de ayer el equipo de Cleveland sumó su peor derrota de la temporada, dejando muchas dudas por el camino y un aluvión de críticas.
«Nos dieron una buena patada. Hicieron lo que quisieron, un poco de todo. Esta noche fue el ejemplo de lo lejos que debemos llegar para alanzar un nivel de campeón», reconoció LeBron James, autor de unos pobres 16 puntos.
Curry sostuvo a los Warriors en el primer cuarto (32-31) con 16 puntos y luego hizo cinco más para que los Warriors llegaran al descanso con una ventaja 70-44, que ya fue definitiva entre el estupor de la afición de Cleveland. Para entonces, el partido había acabado.
«Tuvimos una crisis y no respondimos. No estuvimos mentalmente a la altura. Nunca dimos sensación de poder ganar y eso es desafortunado», manifestó David Blatt, el entrenador de los Cavaliers.
Solo cuatro jugadores de los Cavaliers alcanzaron la cifra de diez puntos en anotación y la defensa no fue la que se espera de un equipo formado para ganarlo todo. La tormenta se cierne sobre Cleveland y un equipo expuesto a la crítica y la desconfianza sobre sus posibilidades de ganar el anillo.