Melbourne
Agencia dpa

El serbio Novak Djokovic y la estadounidense Serena Williams iniciaron hoy con éxito la defensa del título en el Abierto de Australia, en una jornada en la que el tenis se vio conmocionado tras la denuncia de un megaescándalo de arreglo de partidos a través de apuestas ilegales.

_Depo2_1bLa investigación de la cadena británica BBC y la página web Buzzfeed, que aseguran que varios jugadores que ganaron títulos de Grand Slam en la última década -tanto en individuales como en dobles- están bajo sospecha de haber arreglado encuentros en el circuito masculino, se robó la atención en el primer día de acción en la calurosa Melbourne.

Pero más allá de la conmoción, el «circo» del tenis no se detuvo en una jornada inaugural del primer Grand Slam de la temporada sin grandes sorpresas.

Djokovic se impuso al joven surcoreano Hyeon Chung por 6-3, 6-2 y 6-4 en una hora y 55 minutos. «Es genial estar aquí de vuelta al Abierto de Australia. Es un placer volver a la Rod Laver Arena, posiblemente la pista donde mejores resultados logré en mi carrera», dijo el número uno del mundo, que busca su sexta corona en Melbourne.

El serbio apenas encontró oposición de Chung durante 36 minutos, los que tardó en romper el servicio de su rival de 19 años por primera vez. A partir de ese momento, caminó sin oposición hacia la victoria.

Djokovic, indiscutible favorito al título después de conquistar tres de los cuatro Grand Slam de 2015 con un juego superlativo, se medirá en segunda ronda con el francés Quentin Halys.

También avanzó a la segunda ronda el suizo Roger Federer, que arrolló al georgiano Nikoloz Basilashvili por 6-2, 6-1 y 6-2.

«Estoy muy feliz, las primeras rondas nunca son fáciles y nunca había jugado ante él», señaló el número tres del mundo. El suizo, que jugará en la siguiente ronda con el ucraniano Aleksandr Dolgopolov, lleva ya 65 Grand Slam consecutivos disputados, un récord histórico.

También avanzaron hoy sin grandes problemas a la segunda ronda otros favoritos como el checo Tomas Berdych, el japonés Kei Nishikori y el francés Jo-Wilfried Tsonga.

Berdych, sexto preclasificado, derrotó al indio Yuki Bhambri por 7-5, 6-1 y 6-2; Nishikori, séptimo favorito, batió al alemán Philipp Kohlschreiber por 6-4, 6-3, 6-3, y Tsonga, noveno sembrado, derrotó en el último turno al chipriota Marcos Baghdatis 6-4, 4-6, 6-4 y 6-2.

En la rama femenina, Williams ganó su primer partido en más de cuatro meses al vencer a la italiana Camila Giorgi por 6-4 y 7-5.

La número uno del mundo no jugaba un encuentro oficial desde que en septiembre cayera en las semifinales del US Open. Después se tomó unos meses de pausa e intentó jugar a principios de enero un torneo de exhibición, pero abandonó después de un set por una inflamación en la rodilla.

Williams, defensora del título en Melbourne, no mostró hoy ni rastro de problemas físicos. «Estoy feliz de estar de vuelta, todavía siento mariposas y nervios. Eso significa que quiero ganar», señaló.

Junto con Williams avanzaron también favoritas como la rusa Maria Sharapova, la polaca Agnieszka Radwanska y la checa Petra Kvitova.

Sharapova, ex número uno del mundo y quinta sembrada, venció a la japonesa Nao Hibino por 6-1 y 6-3. Radwanska, cuarta favorita, tampoco tuvo problemas para batir a la estadounidense Christina McHale por 6-2 y 6-3, mientras que Kvitova derrotó a la tailandesa Luksika Kumkhum 6-3 y 6-1.

Más allá de los resultados, la atención de la jornada estuvo centrada en la denuncia de la BBC y Buzzfeed.

Según los medios señalados, dieciséis jugadores que estuvieron en el «top 50» en la última década son sospechosos de haber perdido encuentros a propósito y más de la mitad de ellos disputarán el Abierto de Australia 2016.

Federer pidió mayores precisiones para poder opinar sobre la denuncia. «Quiero escuchar nombres, o al menos algo concreto sobre lo que poder debatir».

Djokovic también reclamó pruebas. «No hay ninguna prueba contra un jugador en activo. Mientras sea así, es simple especulación», indicó el serbio, que de todas formas reveló que en 2007 intentaron sobornarlo para que perdiera en la primera ronda de San Petersburgo, al parecer con 200.000 dólares. «Por supuesto que lo rechazamos», dijo. «Desafortunadamente, en aquellos tiempos había rumores y la gente hablaba. En los últimos seis o siete años no volví a escuchar algo similar».

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