Múnich
Agencia dpa

¿Ya pasó lo peor? Pocos lo creen en la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), que mañana espera recibir un nuevo golpe con la difusión de la segunda parte de la explosiva investigación de la Agencia Mundial Antidoping (AMA).

Las 323 páginas del informe dado a conocer el 9 de noviembre de 2015 por la comisión independiente de la AMA liderada por el canadiense Richard Pound colocaron al ente rector del atletismo en la mayor crisis desde su fundación en 1912. Sin embargo, el deporte madre del olimpismo podría no haber tocado fondo aún.

El segundo capítulo del informe, que será presentado en la pequeña localidad alemana de Unterschleißheim, en las afueras de Múnich, amenaza con poner el foco en la corrupción al interior de la IAAF y su presunta complicidad en el encubrimiento de controles antidoping que dieron positivo.

También se esperan conclusiones respecto a la denuncia que hicieron el periódico británico «The Sunday Times» y la cadena alemana ARD, que en agosto publicaron un informe que señalaba que un tercio de los medallistas de competiciones de resistencia en Juegos Olímpicos y Mundiales entre 2001 y 2012 arrojaban valores sospechosos de doping. El estudio se basó en 12.000 análisis de sangre de 5.000 atletas obtenidos, según el periódico y la emisora, de un banco de datos de la IAAF.

La investigación inicial de la AMA supuso un golpe demoledor especialmente para el atletismo ruso, que tras las acusaciones de doping sistemático fue suspendido pocos días después de todas las competiciones internacionales. Pero ahora será la IAAF la que deberá dar las mayores explicaciones.

La alarma, en realidad, ya está sonando a todo volumen después de que medios internacionales aseguraran el martes -en base a e-mails y documentos de la organización- que la IAAF conocía desde 2009 el doping sistemático en Rusia y que sus directivos intentaron tapar el problema antes de los Juegos de Londres 2012.

Acaso anticipándose a las malas noticias que se avecinan, el titular de la IAAF, el ex atleta británico Sebastian Coe, presentó la semana pasada un plan de reformas de diez puntos para combatir el doping y restaurar la dañada reputación del organismo.

Sin embargo, varias de las medidas anunciadas, como la duplicación del presupuesto antidoping hasta los ocho millones de dólares anuales, ya habían sido presentadas hace largo tiempo.

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