Yokohama
Agencia dpa

Lionel Messi se enfrentará el domingo por primera vez en su carrera a River Plate, club que rechazó pagar el tratamiento hormonal al que debió someterse a los 10 años el niño que acabaría convirtiéndose en una estrella mundial con el Barcelona.

A los 9 años, el entonces futbolista de las divisiones inferiores de Newell’s medía apenas 1,27 metros y le fue diagnosticado una afección hormonal que le impedía crecer con normalidad. Sus padres, con escasos recursos económicos, comenzaron a costearle el tratamiento, pero después de un año Jorge, el padre, no pudo seguir solventándolo y le solicitó a Newell’s que sí lo hiciera.

El club rosarino no estuvo de acuerdo, lo que determinó que la familia Messi se decidiera a averiguar si alguna institución de Buenos Aires, teniendo en cuenta el talento indiscutible del menor, quería hacerse cargo del programa de recuperación al que se tenía que someter, valorado en 50 mil dólares.

En ese momento, River, uno de los dos clubes más populares de Argentina, se mostró dispuesto a solventar los costos del plan médico, a cambio de hacerse con la ficha del precoz crack. Sin embargo, pasados los meses, el interés del club de Buenos Aires se disipó, ya que consideró elevado el dinero a invertir, y el niño partió con sus padres a Barcelona, de donde nunca más se fue.

«Es una sensación rara», dijo Messi en relación a jugar contra un equipo argentino.

El astro, aspirante junto a su compañero Neymar y el madridista Cristiano Ronaldo para el Balón de Oro 2015, hasta el momento ha disputado un solo partido oficial contra un equipo de su país, Estudiantes de la Plata, en la final del Mundial de clubes 2009, torneo que el Barcelona conquistó gracias a un gol suyo en tiempo suplementario.

«En mi carrera sólo me ha tocado una vez jugar contra un club argentino y fue un partido durísimo, en el que fuimos perdiendo durante mucho tiempo y logramos empatar sobre la hora, para después ganarlo en la prórroga», contó Messi.

«Pero también es algo que me motiva porque River es un equipo grande a nivel mundial, creo que si jugamos contra ellos va a ser un buen partido», remató.

Messi, que al igual que el brasileño Neymar no jugó ni un solo minuto en el triunfo del Barcelona por 3-0 ante el Guangzhou de China en la semifinal, aspira a concluir una 2015 plagado de gloria con el título del Mundial, tras haber conquistado la Liga de Campeones, la Liga española y la Copa de Rey.

Durante el encuentro del Barcelona ante el equipo chino, el crack argentino se quedó en el Royal Park Hotel de Yokohama recuperándose de su cólico nefrítico y unas horas más tarde expresó su mejoría en las redes sociales.

«Me duele mucho perderme cualquier partido, pero espero estar al 100 por cien para la final», dijo sobre un duelo decisivo que le pondrá frente a frente con el equipo que le rechazó cuando era un niño.

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