Madrid
Agencia dpa

Tras noches de abucheos y malas caras, el Real Madrid ofreció ayer su mejor imagen de la temporada agarrado a los goles de Cristiano Ronaldo y Karim Benzema, suficiente para sugerir una pregunta: ¿Es el comienzo de una nueva etapa para el conjunto blanco?

Delante tuvo a uno de los peores equipos de la Liga de Campeones, el Malmö, pero también es cierto que no todos los días se logra un 8-0, independientemente del rival. De hecho, el equipo blanco igualó la mayor goleada en la historia del torneo, el mismo resultado que logró el Liverpool ante el Besiktas en 2007-08.

Y qué paradoja: ambos resultados llegaron con el mismo hombre en el banquillo, Rafael Benítez, un entrenador con fama de defensivo.

Fue una noche de récords, en la que Cristiano Ronaldo logró un póker de tantos para finalizar con una marca inédita de 11 goles en los seis partidos de la fase de grupos del torneo. Y Karim Benzema añadió un hat-trick.

Benzema se está consagrando esta temporada como un gran goleador. Lleva 12 goles en 13 partidos jugados, la mejor media de su carrera. Goles con los que olvidar su difícil situación judicial, imputado en un caso de presunto chantaje a su compañero de selección Mathieu Valbuena.

Buena parte de este mérito cabe atribuirlo a Benítez, un entrenador que motiva a Benzema en cada partido apostando con él cuántos goles marcará. Está logrando sacar la mayor agresividad de un jugador catalogado como «frío» desde el comienzo de su carrera.

Agarrados a sus dos goleadores, el Real Madrid logró firmar su partido más completo de la temporada. Crítica y afición le reprocharon su incapacidad para mantener un buen rendimiento durante un partido entero, pero ante el Malmö sí ofreció intensidad de principio a fin.

«Así, sí», tituló «Marca», que añadió: «Los aficionados quieren todas las satisfacciones posibles, sin pararse a meditar sobre los adversarios. Esta vez la gente salió contenta del estadio. Los aficionados se olvidaron de los problemas más recientes y disfrutaron de la goleada. No es poca cosa».

Y «As» opinó: «Se cumplieron todos los objetivos porque en la goleada del Bernabéu, iniciada por un Benzema que mata sus penas con goles, Cristiano hizo cuatro, uno de ellos incluso de falta, que ya era hora».

El Real Madrid zarandeó a su atribulado rival sin ninguna piedad y enseñó lo que quiere ser esta temporada después de sugerirlo en varios momentos sueltos de la temporada. Desea ser un equipo con la presión alta, que recupere pronto la pelota, que juegue a dos toques como máximo, que reciba la incorporación de los laterales, que sostenga su protagonismo en la medular…

Y todas estas cosas las consiguió con el esquema 4-4-2, que parece ser el favorito de Benítez. Esto implica recuperar un viejo debate: ¿Dónde poner a Gareth Bale? No jugó por descanso ante el Malmö y su equipo no lo echó de menos.

Ahora la cuestión es ver si lo apuntado por el Real Madrid se sostendrá en los próximos partidos o si se volverá a pinchar el globo de la esperanza de sus aficionados.

No habrá que esperar demasiado para comprobar si la reacción del equipo de Benítez puede ser consistente. El domingo visita en la Liga española al Villarreal, un enemigo considerablemente más interesante que el Malmö.

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