Filadelfia
Agencia dpa

Los San Antonio Spurs ganaron por 119-68 en su visita a los Philadelphia 76ers, una paliza histórica por varias razones.

Filadelfia asistió anoche a toda una humillación. Los Spurs, sin Tim Duncan y Manu Ginóbili por descanso, consiguieron la victoria por mayor diferencia de puntos en la historia de la franquicia. Y para los Sixers fue su peor derrota como local.

Fue todo un paseo para los Spurs (18-4), que acreditaron un 62 por ciento de acierto en los lanzamientos para sumar su decimosexta victoria en los últimos 18 partidos. LaMarcus Aldridge anotó 24 puntos, su mejor marca de la temporada.

«Fuimos competitivos durante los 48 minutos. La verdad es que nosotros tuvimos una buena noche y ellos tuvieron una muy mala», manifestó Gregg Popovich, el entreador de los Spurs.

Los Sixers son el peor equipo de la NBA con un balance de una sola victoria en 22 partidos y acreditaron tan pésimo récord desde el principio. Ya en el primer cuarto los visitantes lograron un parcial 26-6 para cerrar el periodo con ventaja 37-17.

Al descanso, la diferencia se fue a un escandaloso 65-29, y así hasta el final. «Estoy avergonzado», reconoció Brett Brown, técnico de los Sixers.

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