Madrid
Agencia dpa
El Real Madrid aplicó hoy bisturí de hierro y puso un parche a su crisis al golear por 4-1 a un Getafe pálido y superado por un equipo que tiró de orgullo y buen juego en la primera mitad para apaciguar a la grada.
El conjunto blanco solucionó el duelo antes del descanso con dos goles de Karim Benzema al 4´ y al 16’, uno de Gareth Bale al 35’ y otro de Cristiano Ronaldo al 38’, mientras Alexis anotó el tanto del Getafe en la segunda mitad, cuando el Real Madrid bajó notablemente su intensidad.
El encuentro tuvo su primera pequeña historia antes del comienzo. La hinchada asistió con indiferencia al anuncio de la alineación de su equipo y la primera interrupción llegó cuando cantaron el nombre de Denis Cheryshev, quien recibió silbidos tras los sucesos de la Copa del rey, que parecen condenar al Real Madrid a su expulsión del torneo por la alineación indebida del ruso.
Pero no fue nada nada comparado con el concierto de abucheos para su técnico, Rafael Benítez, quien tendrá muy difícil ganar el aprecio de su afición.
Y cuando terminaron las alineaciones, un amplio sector del Santiago Bernabéu recuperó una consigna que amenaza con convertirse en rutinaria: «¡Florentino, dimisión!». El presidente blanco sigue bajo sospecha con la censura de más aficionados de los que él relata.
Luego comenzó el partido, un bálsamo para el Real Madrid. El Getafe ayudó mucho y más. Fue con diferencia el peor equipo que ha pasado por el Bernabéu esta temporada. Permitió jugar y se dejó golpear por un equipo herido cuyo orgullo no le permitió aflojar.
Cierto es que el conjunto forastero fue un amigo, pero también es verdad que el Real Madrid jugó muy bien y, esta vez sí, ofreció el espectáculo que le reclama su hinchada, independientemente del rival.
El conjunto blanco tocó en la medular, como se le exige, y ahí el duelo lo gobernaron James y Modric. Cuando eso sucede, aumentan las posibilidades de que el equipo blanco juegue satisfactoriamente. Además, Lucas Vázquez actuó como lateral y por ahí sus compañeros encontraron profundidad.
Como la tarde iba de rehabilitaciones, Bale reclamó atención a los 35 minutos con un gol tras una dejada de Cristiano. Y el portugués cerró la cuenta de la primera parte a siete minutos del descanso con un gran contraataque lanzado por Kroos que concluyó con un disparo ganador del delantero. Goles contra el fuego, una reacción contra la mediocridad.
La segunda mitad bajó porque el Real Madrid redujo su intensidad y el Getafe se reagrupó atrás para intentar reducir la hemorragia. Y hasta dejó su impronta a los 70 minutos con un gol del central Alexis en un saque de esquina pésimamente defendido por los blancos. Una prueba de la bajada de tensión de los locales.