Barcelona's Andres Iniesta fights for the ball with Real Madrid's Luka Modric during the first clasico of the season between Real Madrid and Barcelona at the Santiago Bernabeu stadium in Madrid, Spain, Saturday, Nov. 21, 2015. (AP Photo/Francisco Seco)

Por JOSEPH WILSON, 

BARCELONA,

Agencia AP

Andrés Iniesta lo ha ganado todo con el Barcelona, incluso el aplauso de los aficionados de su más acérrimo rival.

Cuando Iniesta fue sustituido tras su magistral actuación del sábado, en la goleada por 4-0 del Barcelona sobre el Real Madrid, muchos de los dolidos aficionados merengues dejaron a un lado su lealtad al equipo madrileño y se pusieron de pie para aplaudir al jugador azulgrana mientras se dirigía a la banca.

Guiar a los catalanes a un triunfo tan categórico en el campo del Madrid ya es en sí misma una hazaña, pero Iniesta entró en los anales de una de las rivalidades más intensas del futbol gracias a la respetuosa ovación que le brindó el Santiago Bernabéu.

«Aprecio lo que los aficionados hicieron, nada más», dijo Iniesta, quien recordó la última vez que los fanáticos del Real Madrid fueron obligados a renunciar a la esperanza de una victoria y admitir la derrota homenajeando a un rival superior.

Eso sucedió hace 10 años, cuando un joven Iniesta ingresó de cambio antes de que los aficionados merengues se pusieran de pie para aplaudir a Ronaldinho, luego de que el brasileño anotara el segundo de sus dos golazos en el triunfo por 3-0 del Barcelona en la llamada «Casa Blanca».

«A los espectadores les gustó lo que vieron, a pesar del hecho de que su equipo estaba sufriendo», declaró Iniesta la semana pasada, cuando se le preguntó sobre la actuación de Ronaldinho.

El sábado, fue el turno para Iniesta de ganarse a los exigentes fanáticos madridistas, cuando se dirigía a la banca a los 77 minutos.

Por primera vez en su carrera Iniesta inició el cotejo contra el Real Madrid con la cinta de capitán y el mediocampista de 31 años guardó su mejor actuación para su Clásico número 32. Siempre en control y desahogado, el manchego orquestó el triunfo del Barcelona mediante la habilitación de Neymar para el 2-0 a los 39 minutos, luego de que Luis Suárez había hecho el primer gol.

Enseguida, puso fin a una sequía goleadora en la liga que se extendía desde marzo de 2014, cuando el Barcelona ganó 4-3 al Real Madrid, al hacer el tercer tanto culminando una vistosa jugada de conjunto — en la que Neymar lo asistió con taconazo — con un potente disparo que superó al portero Keylor Navas, a los 53 minutos.

Las carretadas de aplausos que se escucharon cuando dejó el campo cuatro minutos después que Suárez había completado la demolición fueron el preludio del maltrato que los aficionados locales desplegaron sobre el entrenador Rafa Benítez y el presidente del club, Florentino Pérez, tras el silbatazo final.

Seguramente Pérez también recuerda cuando Madrid elogió a Ronaldinho en 2005. Tres meses después renunció con su equipo en caída libre. Regresaría a la presidencia hasta 2009.

«Iniesta forma parte del patrimonio de la humanidad, no sólo para los aficionados del Barcelona», declaró al final del juego el técnico de los catalanes, Luis Enrique. «Entiendo el aplauso. Es un jugador único en su tipo. Tiene magia, tiene ojos en la nuca».

Con Iniesta como el líder veterano del equipo en lugar de Xavi Hernández, Barcelona dio un gran paso para retener el título de la liga española al ampliar su ventaja sobre el Real Madrid a seis puntos.

«hay un largo camino por recorrer, pero nos vamos de Madrid muy satisfechos», concluyó Iniesta.

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